El Basket Azuqueca está a un paso de la desaparición
El Basket Azuqueca está a un paso de la desaparición y los motivos nada tienen que ver con la coyuntura económica actual que obliga a muchos clubes a borrarse del mapa, no. El motivo es que el actual presidente de la entidad, Jesús de la Rúa, dejó su cargo y nadie quiere sustituirle en la directiva. En otras palabras, nadie se presentó voluntario en la asamblea de socios y nadie ha llamado a De la Rúa interesandose por el baloncesto de Azuqueca.
Veo muy complicado que continúe el equipo. Así es la vida, comentaba el ex presidente, mientras recordaba que desde niño siempre estuvo ligado al baloncesto de una o de otra manera. Y es que, según explicaba, la única opción es que antes del miércoles 2 de julio alguien se presente voluntario y se haga cargo del club. Estamos todos a expensas de que llegue alguien, añadía.
De la Rúa y sus compañeros de fatiga, tras nueve años dirigiendo el club de su localidad, dejan una entidad totalmente saneada. Siempre fuimos muy prudentes. Siempre empleábamos el dinero justo. Nunca hemos debido dinero a nadie, señalaba, mientras ensalzaba que su primordial objetivo siempre fue tener deuda cero. Además, los actuales directivos, entre ellos el ex presidente, ofrecen sus servicios de asesoramiento para las personas que decidan coger el equipo: Siempre voy a echar una mano si se me necesita. Si piden cualquier cosa, allí estaremos. El ex directivo debe dejar su pasión por motivos laborales. Es más, él mismo comentaba que, si gozara de más estabilidad en su trabajo, seguiría al frente del Azuqueca Basket, pero que en estas condiciones le resulta imposible. En estos nueve años, he dedicado al club veranos, muchas horas de planificación... Y creo que se nos tiene por un club serio tanto en la Comunidad de Madrid como en la de Castilla-La Mancha, aseguraba.
Asimismo, De la Rúa recordaba que en Azuqueca gusta el baloncesto, que hay afición y que siempre hubo algún equipo. Sin ir más lejos este año contaron con casi dos centenares de personas que acudían semanalmente al pabellón a disfrutar de su equipo y de su deporte favorito. Una cosa es venir a ver los partidos y otra cosa es arrimar el hombro. Eso ya es más complicado y es lo que nos está pasando, explicaba, mientras añadía que siempre había un tonto que tiraba del carro, pero que todo tiene su recorrido hasta que llega el final.
Y ese final puede ser el próximo 2 de julio. Momento en el que está previsto celebrar otra asamblea de socios e interesados en el Basket Azuqueca. Será entonces cuando De la Rúa y la extinta directiva comuniquen si alguien se va a hacer cargo del club o, por el contrario, llevan a cabo su disolución. Aunque el ex-presidente no tiene mucha fe en que el teléfono suene, advertía de que cualquier persona interesada puede ponerse en contacto con él a través de cualquier canal, como bien decía De la Rúa, en Azuqueca nos conocemos todos y no creo que tarden en dar conmigo.
Así pues, el tiempo se agota en Azuqueca. Tras más de 15 años dándo vida al municipio, el Basket Azuqueca puede verse abocado a su final. Un final doloroso para todos aquellos implicados en la entidad azudense y que, durante todos estos años, han estado implicados de una manera o de otra en la dinámica del equipo. Y es que, hasta los propios jugadores viven con incertidumbre el desenlance con la esperanza de que llegue un salvador del baloncesto en la localidad campiñera.