El Benidorm devuelve a la tierra al Quabit Guadalajara

21/10/2017 - 20:14 Pedro Manuel Sanz

Encuentro de los que crean afición aunque terminase con sabor agridulce para el equipo alcarreño tras ver cómo el Benidorm empataba el duelo (28-28) cuando tan solo restaban cinco segundos para la conclusión gracias a un siete metros que no pudo detener ‘Jota’ Hombrados. Y todo ello después de que el Quabit Guadalajara desperdiciara en los últimos nueve minutos una renta de tres goles a su favor (25-22), la máxima de la que pudo disfrutar en un partido de poder a poder ante un Benidorm que celebró el empate en Guadalajara como si de una victoria se tratase.

Y no era para menos. El conjunto alicantino tenía el partido perdido en los últimos instantes, pero confió en sus posibilidades ante un Quabit Guadalajara que no supo –o no pudo- jugar con cabeza los momentos decisivos. Demasiados errores no forzados en las últimas jugadas que condujeron a un final agónico para una afición que vuelve a engancharse al balonmano, pero que terminó contrariada por ver cómo se escapaba la posibilidad de que el Quabit Guadalajara hubiera sumado, por primera vez en su historia, cinco victorias consecutivas para mantenerse en los puestos europeos de la clasificación de Asobal.

Lucha sin cuartel
Pero tal y como avisaba César Montes en la previa, el duelo ante el Benidorm fue muy competido para el Quabit Guadalajara. El conjunto alicantino, dirigido por el gran maestro Zupo Equisoaín, complicó mucho el juego a los morados, que pudieron comprobar en sus carnes cómo se las gasta este Benidorm con su defensa al límite, además del extraordinario portero Mile Mijuskovic, que les desquició por momentos.

Así las cosas, el partido comenzó mal para el Quabit Guadalajara, que vio cómo el Benidorm se colocaba con tres goles de renta (0-3 y 4-7) en el primer tramo, merced a un portero que detenía casi todos los siete metros que le tiraban los morados, una defensa por la que el Quabit no encontraba resquicio para atacar y una pareja letal en el ataque formada por Paván y por Carlos Grau –cinco goles cada uno de los 13 que obtuvo el Benidorm en la primera parte- para dominar el primer tramo.

Sin embargo, el Quabit fue limando diferencias en el luminoso después apretar los dientes en defensa y aprovecharse de juego de pivote y del extremo, con Pedro Fuentes y Javier Parra como más destacados de la primera parte –cuatro goles cada uno-. Así las cosas, los morados dieron la vuelta a la situación y, con un parcial de 4-0, se colocaron con la primera ventaja del partido (8-7, en el minuto 17). De ahí hasta el final de la primera parte, el choque transcurrió igualado, manteniendo el Quabit una buena línea defensiva y el Benidorm un elevado porcentaje de acierto en su portería. Al descanso, máxima igualdad (13-13).

Remontada ‘interruptus’
A la vuelta de los vestuarios, el guión fue casi calcado al de la primera mitad. Un Quabit errático ante la exigente defensa visitante en los primeros compases posibilitó que el Benidorm se colocara con dos goles de ventaja muy rápido (13-15), que pudo mantener en los primeros compases hasta el 15-17, en el minuto 36. En ese momento, los de César Montes aprovecharon la superioridad numérica por la exclusión de Calderón para igualar a 17 en un abrir y cerrar de ojos, corriendo al contraataque, y ponerse por delante (18-17).

El Quabit ya no dejaría de mandar en el marcador hasta la jugada definitiva. Montes cambió a un 5-1 para que Parra evitara que Paván lanzara desde nueve metros con la facilidad de la primera mitad. Por momentos, los morados consiguieron frenar a Paván, pero Simonet les hizo un roto por el centro. Más tarde, Paván volvió a lanzar látigos imposibles de frenar. Aún así, y con Chema Márquez más inspirado y los lanzamientos de Vidal, el Quabit se distanció en el marcador, toda vez que, con 19-18 en el luminoso y en el ecuador de la segunda mitad, Carlos Grau viera la tarjeta roja por un feo golpe a Nacho Moya.

Con uno de los bastiones del Benidorm fuera de combate fue el momento del despegue casi definitivo del Quabit, que a pesar de la dureza de los alicantinos, pudo distanciarse hasta el 25-22 cuando quedaban nueve minutos. Todo parecía controlado para una afición que se veía con la victoria, pero en balonmano los minutos son muy largos. La exclusión de Lucas Cándido, a ocho para el final, metió otra vez al Benidorm en el partido hasta colocarse a tan solo un gol (25-24) en poco menos de un minuto. Vuelta a empezar.

El encuentro se volvió muy trabado, espeso e impreciso en un situación en la que los de César Montes no se encontraban cómodos. El Quabit seguía mandando por uno o incluso dos goles, pero no pudo ampliar la renta por fallos propios. En el último minuto, con 28-27, una gran defensa alcarreña dejaba la posibilidad de sentenciar con un ataque largo y pausado, pero ocurrió todo lo contrario. Una pérdida de balón volvió a dar vida al Benidorm, que tuvo 30 segundos por delante para poder empatar. Y lo hizo a falta de cinco segundos con un siete metros ante el que nada pudo hacer ‘Jota’ Hombrados. Al final, 28-28 y el Benidorm que devolvió a la tierra a un Quabit Guadalajara que seguía soñando con mantenerse en puestos europeos.

QUABIT GUADALAJARA, 28; BM. BENIDORM, 28
QUABIT GUADALAJARA:
Hombrados (31,7%), Lucas Cándido (2 -1 pen.-), Chema Márquez (4), Víctor Montoya, Agustín Vidal (3), Víctor Vigo (3), Javi García (6) –siete inicial-, Javi Parra (6 -1 pen.-), Pedro Fuentes (1), Nacho Moya (3 -2 pen.-).
BM. BENIDORM: Mijuskovic (31,7%), Rivero, Esteban, González, Grau (5), Morales (2), Corzo –siete inicial-, Simonet (5), Torrico, Salinas (5), Cuartero (1 -1 pen-.), Calderón (2), Paván (8).
ÁRBITROS: Los hermanos Jesús y Jorge Escudero Santiuste. Excluyeron con dos minutos a Lucas Cándido y Pedro Fuentes, por el Quabit Guadalajara, y a Rivero, González, Grau y Calderón (2), por el Benidorm. Tarjeta roja a Grau, del Benidorm, en el minuto 44.
PARCIALES: 0-1, 2-4, 5-7, 9-8, 10-11, 13-13 –descanso-, 15-15, 17-17, 20-19, 24-22, 27-25 y 28-28 –final-.
INCIDENCIAS: Encuentro de la 7ª jornada de la Liga ASOBAL, disputado en el polideportivo David Santamaría ante 1.100 espectadores.