El Ciudad de Congresos ya está en semifinales

El San José vivió una tarde mágica, como la de las grandes ocasiones. Los alcarreños abrieron el partido ante el Grupo Eulen con un gran ritmo. En la primera jugada, con posesión para Ávila, se produjo un robo de balón del Guadalajara culminado con un mate espectacular en contraataque de Mamadou Diop. Era el vaticinio de un brillante inicio del CEBA que, merced a una gran defensa, endosó un parcial de 6-0 a su rival que, instantes después, obligaba al entrenador visitante, Armando Gómez, a pedir el primer tiempo muerto cuando no se habían jugado ni tres minutos. Con Llorente muy acertado en el tiro, un triple del Guadalajara a cargo de Balmón subía al electrónico la máxima renta a su favor: 15-3. Sin embargo pronto llegaría el primer gran inconveniente para el CEBA: segunda falta personal de Arteaga cuando quedaba casi la mitad del primer cuarto, lo que le llevaba al banquillo, dando entrada en la pista a Javier Nasarre.

Aún así, los primeros 10 minutos concluyeron con 9 arriba para los de Cepeda (19-10). Se atascó, sin embargo, el CEBA en el segundo cuarto, con Grupo Eulen y la envergadura de Moussa Diagné imponiendo físico y potencia en el juego y, de nuevo, con problemas en el rebote para los locales. Dos buenas acciones del pívot y otra de Vicens –el mejor del encuentro entre los abulenses- pusieron a los visitantes a sólo tres puntos (21-18) a 6.30 para llegar al descanso. Rompió el mal fario Sergio Llorente con un triple que volvía a poner seis puntos de distancia, pero otro parcial de 0-5 para Ávila suponía el empate virtual en la eliminatoria (24-23) a 2.40 para llegar al descanso, situación empeorada por una antideportiva señalada a los de Cepeda que adelantaba por primera vez en el marcador a los visitantes. Así, Ávila se fue con ventaja al descanso: 26-27. Fue un cuarto maldito para el Guadalajara, en el que sólo sumaron 7 puntos.

Mal empezaron las cosas en la reanudación para los locales, con un triple de Grupo Eulen que les daba la máxima renta a su favor del partido (26-30). En un contexto de pobre anotación por parte de los dos equipos, los locales reaccionaron, y una canasta de Llorente mediado el periodo devolvía la ventaja a los alcarreños (31-30). Otras tres buenas acciones seguidas del base, robo incluido, ampliaban la ventaja a +7 y la eliminatoria más cerca de quedarse para los de Guadalajara (37-30) tras un parcial de 11-0 a su favor. Pero nada más lejos de la realidad. Ésta vez fueron los visitantes los que reaccionaron en los últimos minutos del cuarto, con una notable actuación de Vicens, que rompía a base de fintas la cintura de los de Cepeda una y otra vez, para volver a dar la vuelta al marcador antes de terminar el tercer cuarto y todo pendiente para el último (41-42).

Los últimos 10 minutos comenzaron con una buena canasta en penetración de Llorente, aunque rápidamente contestada por otra, pero de tres, de Grupo Eulen, por lo que continuaban las alternativas en el marcador. Pero de nuevo el capitán del CEBA tiró de oficio y galones para, con una asistencia a Nasarre primero y un triple después, devolver la iniciativa en el electrónico a los de Cepeda, que poco después abrían un brecha de +5 (50-45). Espoleados por sus aficionados que se han desplazado hoy al San José, los abulenses hicieron encajar a los locales otro parcial de 0-5 que ponía el empate en el marcador y que les daba ventaja en la eliminatoria (50-50) a falta de 4.55 para el final. A pesar de que Grupo Eulen perdía en la pintura a Diagné por cinco faltas personales, el base Óscar Herrero asumió la responsabilidad en las jugadas siguientes y, tras una excelente canasta suya que ponía el 51-54 a falta únicamente de 1.57, Cepeda pedía tiempo muerto y se encendían todas las alarmas para los aficionados guadalajareños.

Y ahí obró el milagro de las manos de Sergio Llorente, al que no le quemó el balón en esos instantes finales. Primero clavó un triple que puso el 54-54 en el marcador; luego, tras el ataque fallido de Grupo Eulen, asistió a Arteaga para poner dos arriba al Guadalajara, aunque Vicens puso de nuevo las tablas (56-56) con menos de un minuto por jugar. Y fue de nuevo el base de los alcarreños quien anotó desde más allá de los 6,75. Tiempo muerto, posesión para Ávila y 28 segundos por jugar. Una canasta de dos empataba la eliminatoria y un triple condenaría a los alcarreños. Pero nada de eso sucedería. La consigna de Cepeda fue clara: faltas personales para no dejar elaborar jugada al rival (todavía no eran de tiro). Sin embargo, tras una de ellas el balón llegó a Riley, el gran tirador de Grupo Eulen, que se levantaba para lanzar un triple. Pero el balón no recorrió ni un metro, ya que apareció el largo brazo de Arteaga para taponar el lanzamiento y dinamitar las opciones de Grupo Eulen. El marcador no se movió (59-56) y el Guadalajara pasaba a la siguiente ronda. Ambas aficiones aplaudían al final a los dos equipos por el bonito espectáculo vivido en el San José.