El Depor encaja un duro crouché en un combate de 180 minutos
19/06/2011 - 23:22

Foto: Lydia López
En una eliminatoria de 180 minutos, los primeros noventa ya se han agotado y el próximo domingo, a las 19.00 horas, Anduva decidirá. Por ahora la balanza se inclina del lado de los burgaleses, pero queda una nueva final tan apasionante o más como la que se pudo vivir en un Pedro Escartín, lleno hasta la bandera y con una entrada histórica y digna de la Liga Adelante. 7.000 gargantas lo dieron todo por su Depor y otras 2.000 por el Mirandés.
La fiesta del fútbol con mayúsculas y sin incidentes, no como ocurre en otros campos. Muchos deberían aprender del hermanamiento que se ha vivido en Guadalajara durante todo el día. El morado y el rojo se fundían y daban colorido a un estadio que se vio desbordado en muchos aspectos, pero esa es otra historia.
Miedo a perder
La primera parte fue fiel al espíritu play-off que impregna este tipo de partidos. Los minutos de tanteo fueron más que tensos. Mientras en las gradas cada uno jaleaba a los suyos, entre Antonio Moreno y Pablo Infante saltaban chispas hasta que el colegiado cántabro puso fin a las hostilidades con una cartulina amarilla a la limón para ambos.
No llegó la primera ocasión hasta el minuto 24 cuando Aníbal a la media vuelta remataba alto. Previamente, el Depor intentaba hacerse con el dominio territorial con el amo Javi Soria, que regresaba al once morado después de la lesión que le impidió jugar la eliminatoria contra el Sevilla Atlético.
La respuesta del Mirandés no se hizo esperar y Pablo Infante, el jugador más incisivo de los burgaleses, también probaba a Mikel Saizar con un disparo desviado. Fue el preludio a la ocasión más clara de este primer periodo. Alain, solo, heló el alma de los aficionados del fondo norte del Pedro Escartín cuando su remate a bocajarro estuvo a punto de convertirse en el primer gol de los rojillos, pero la pierna salvadora del meta vasco lo evitó. Era un gol cantado, pero Saizar estuvo providencial.
El alivio en la grada era considerable y la tensión se liberó con un sonoro Depor, Depor.. después de que Gerard Badía, activo durante todo el choque sustituyendo con garantías al sancionado Ernesto, lo intentara desde la frontal para hacer volar a Wilfred.
Los de Terrazas se hacían con el centro del campo y un zurdazo de Nico se fue desviado en otro acercamiento peligroso. Se animaba el choque y si Alain aceleraba los corazones morados, haría lo propio Nico en los burgaleses. El murciano culminó una galopada de Gerard Badía después de que el Mirandés perdiera el balón en la salida de un córner. El 22 morado recorrió todo el campo para ceder en bandeja el balón a Nico, que no estuvo acertado en el remate. Al murciano se le marchó alto y desviado cuando lo lógico habría sido darle por bajo y raso. Ese deseado gol morado se marchaba al limbo.
Hasta el final sin ocasiones, máxima tensión y preparados para sufrir y disfrutar con los últimos minutos de la temporada en el Pedro Escartín.
Una contra letal
La segunda parte tuvo menos ritmo que la primera y quizá también menos fútbol, pero sí mayor tensión. Ninguno de los dos quería perder y se notó. Y eso que Iván Moreno se encontró un remate que repelió el meta Wilfred y la defensa rojilla en los primeros minutos. Después de ese acercamiento, apenas hubo ocasiones hasta que en el 62 David Fernández salvaba a su equipo de un gol seguro. Alain, en otro remate solo y con Saizar ya batido, se topaba con el defensa madrileño.
Hasta el final los porteros no tuvieron que intervenir. Pouso y Terrazas movían el banquillo para matar a su rival en la partida de ajedrez en la que se había convertido el choque. Fue en el 76 cuando el Mirandés perdía a Borda. El central rojillo veía la segunda cartulina amarilla y era expulsado tras derribar claramente a Aníbal que enfilaba hacia la portería de Wilfred.
Eso espoleó los ánimos de los morados que convertían los últimos minutos en una avalancha ofensiva aunque sin ocasiones claras. Con el Depor volcado en el minuto 89 una contra letal del Mirandés en la que participaban dos exmorados Lambarri y Alain, y este último daba el pase de gracia a Pablo Infante, que con una genialidad ponía el balón lejos de las manoplas de Saizar. El rojillo se volvía loco y lo celebraba con los 2.000 aficionados burgaleses. El próximo domingo Anduva decidirá.
FICHA:
CLUB DEPORTIVO GUADALAJARA: Saizar, Antonio Moreno, Jorge, David Fernández, Barral, Javi Soria, Gerard Badía (Oinatz, min.68), Iván Moreno, Nico, Aníbal, Juanjo.
MIRANDÉS: Wilfred, Garmendía, César, Borda, Raúl García (Álvaro Corral, min. 59), Candelas (Lambarri, min.71), Mujica (Mikel, min.77), Pablo Infante, Martins, Alain, Jony.
ÁRBITRO: Fco. Arias López (Colegio Cántabro). Amonestó a los locales Jorge y Antonio Moreno y a los visitantes Pablo Infante, César, Álvaro y Mikel. Además expulsó por doble amarilla a Borda (min. 76).
GOL: 0-1. Min. 89.Pablo Infante.
INCIDENCIAS: Pedro Escartín. Alrededor de 9.000 aficionados.