El Depor paseó su alegría por Guadalajara
27/06/2011 - 23:48
Foto: Lydia López
Primera parada
El calor resultaba asfixiante, pero daba igual. Los futbolistas, los directivos y el cuerpo técnico del club morado se dieron cita en su templo particular, el Pedro Escartín, para subir a un autobús descapotable, recibir los primeros aplausos y vítores de sus aficionados y dirigirse a otro templo, el Santuario de Nuestra Señora de la Antigua, con el fin de realizar la ofrenda del logro deportivo a la Patrona de Guadalajara. Llegaron a las 19.30 horas, espoleados por el más juerguista del grupo, Gerard Badía, que comandó la celebración alcarreña. A su llegada firmaron autógrafos y recibieron las primeras felicitaciones de parte de un grupo nutrido de hinchas.
En la iglesia, después de un breve discurso del responsable de la Cofradía de la Antigua, de Retuerta y del capitán Jorge, el grupo realizó la ofrenda floral a la Virgen, cuya imagen se adornó además con una bandera y una camiseta del Depor. Tras el solemne acto no tan solemne porque se rompió el protocolo de tanto cachondeo que había y el párroco tuvo incluso que pedir calma a los presentes, vuelta al autocar y retorno a la fiesta.
Con los aficionados persiguiéndoles en sus coches, a pie e incluso en un camión o apostados en las terrazas, la expedición recorrió las calles principales de la urbe para darse un baño de masas. Tanto los que estaban en el autobús como los de fuera del vehículo lo pasaron a lo grande durante este trayecto, que duró aproximadamente una hora y media.
El pasacalles, una especie de Carnaval de Río versión alcarreña y en el que sobra decir cuál fue el color dominante, desembocó en la plaza del Ayuntamiento, la próxima etapa de la ruta y donde se superó con creces la gran ilusión vivida hasta entonces. El espacio estaba lleno a rebosar, y el speaker, un vídeo donde se proyectaban imágenes de los partidos del Depor en esta gran temporada y del autobús, la música que sonaba por los altavoces y una charanga animaban a los ya de por sí animados seguidores guadalajareños.
Se desata la euforia
Pero la euforia máxima se desató a la llegada de los jugadores, que, también eufóricos, atravesaron un estrecho pasillo hacia el edificio. El primero de ellos fue el pobre Oya, que pese a andar con muletas no se quiso perder la fiesta. Destacó la gran ovación que los presentes en la atiborrada plaza tributaron a futbolistas como Juanjo, Ernesto y Jorge o, cómo no, al técnico del Deportivo Guadalajara, el último en aparecer.
Los expedicionarios entraron tras saludar a los aficionados en el consistorio local, donde fueron recibidos por el primer edil de la ciudad, Antonio Román, por el concejal de Deportes Eladio Freijo y por el nuevo consejero de Educación, Cultura y Deportes de la Junta, Marcial Marín, y en cuyo salón de plenos se les entregó un trofeo conmemorativo del ascenso. En el galardón estaba inscrito el nombre de cada uno de ellos y los resultados obtenidos por la escuadra de la que forman parte en el emocionante play-off por el ascenso que acaba de concluir de la mejor manera posible para nuestros intereses, los alcarreños.
De nuevo breves discursos y mucho, mucho cachondeo especialmente entre los futbolistas, que una vez más un día es un día se saltaron el protocolo saltando, cantando y bromeando. El entrenador Terrazas se mostraba mucho más tímido, más aún cuando no se le paraba de aclamar tanto en la sala como en la calle.
Aún debería hablar más, pues le tocó hacerlo de nuevo desde el balcón del Ayuntamiento, al igual que a los otros principales artífices de la hazaña. Antes, en su discurso había mostrado su agradecimiento por el cariño recibido.
Terrazas seguirá
Siguió el cachondeo cuando los protagonistas salieron al balcón del edificio para saludar a los aficionados intentando que su voz se oyera entre sus muchos gritos y cánticos y dirigirse a ellos por medio de breves discursos. Destacó el anuncio de Germán Retuerta, contundente: Carlos Terrazas seguirá. Se pueden imaginar la reacción de todas las personas que oyeron en directo las palabras del máximo dirigente de la entidad deportiva guadalajareña.
Y es que no pudo haber mejor noticia para una afición que continuó de juerga, muchos de ellos ataviados con sus camisetas moradas y bastantes con una bandera del mismo color. Los futbolistas bajaron a un escenario situado enfrente del Ayuntamiento, en el que hicieron el tonto durante un pequeño rato más provocando las risas de sus aficionados, incansables. En ese momento aprovecharon además para homenajear al lesionado Oya.
Por último, la traca final: los héroes del ascenso subieron hasta el también céntrico Parque de la Concordia, donde, siempre acompañados por la animosa marea morada, se celebró una verbena que auguramos se prolongó hasta bien entrada la madrugada, y en la que los protagonistas se lo pudieron pasar en grande junto a la afición. Esta noche vamos a hacer travesuras, había anunciado un tiempo antes el alma de la fiesta, Gerard Badía. La ocasión lo merecía.