El Deportivo Guadalajara pierde ante el Leioa

Tras el 0-4 de la pasada semana ante el Barakaldo, los morados siguen en barrena encadenando cuatro jornadas consecutivas sin ganar y, lo que es peor, con malas sensaciones. A pesar del tempranero gol de Rangel, el Depor fue superado en intensidad en la mayoría de los rechaces por un rival que parecía jugarse más en el envite. Una acción a balón parado y una fulminante contra acabaron con los alcarreños casi sin alma en la segunda mitad, inoperantes para generar ocasiones ante un Leioa dispuesto a confirmar la permanencia. La cuarta derrota en tierras vizcaínas en cinco desplazamientos le mantienen en la pelea por la fase de ascenso, a pesar de que ya no dependan de sí mismos.

Dani Gómez, Rangel y Kevin Lacruz fueron las tres novedades en el once en detrimento de Javi López, Chema Mato y Gonzalo Verdú, éste último sancionado. No pudo empezar mejor el encuentro para los alcarreños cuando, al saque del primer corner, apareció la figura de Rangel. El central, una vez superado a su marcador, solo tuvo que empujar con la rodilla casi a puerta vacía en el primer palo. Se trató de su segundo gol de la temporada, el primero en esta segunda vuelta. El tanto asentó al Depor agazapado ante un Leioa obligado a reaccionar. Había poco ritmo en el choque y eso beneficiaba al cuadro visitante, pero el primer zarpazo vizcaíno resultó letal al enganchar Sergio García, de forma magistral, un libre directo desde la media luna en el que Kevin Ulbrich poco pudo hacer. Para entonces, la zaga deportivista empezaba a cargarse de tarjetas y se mostraba insegura en las acciones a balón parado, aparte de que su ataque dejó de merodear el área rival. El equilibrio era total entre ambos contendientes, demasiado respeto, poca claridad de ideas y un remate de Reguero, y otro con la testa de Rangel, solventados por los guardametas, como únicas situaciones reseñables antes del descanso. En el arranque del segundo acto, los visitantes llevaban la iniciativa, gozaban del balón, pero sin velocidad en el juego eran presa fácil de un ordenado enemigo, que supo aprovechar un contragolpe para voltear al marcador. Gabilondo, en una gran cabalgada, habilitó a Vitoria, y éste, de fuerte derechazo dentro del área, batió por alto a Kevin Ulbrich. Ni siquiera los cambios, Chema Mato y Javi López, modificaron la dinámica frente a un Leioa omnipresente que seguía tapando huecos con acierto. Solo un cabezazo del propio Javi López en el minuto 83 cerca del poste hizo temblar el resultado para los locales. De hecho fue lo único productivo de un equipo que, aunque arriesgó en el ocaso, fue incapaz de evitar su séptima derrota lejos del Pedro Escartín. Los vizcaínos merecieron más, parecía que se jugaban más. De hecho, tienen sellada la permanencia.