El 'día tonto' del Quabit llega en la Copa del Rey

06/12/2012 - 11:24 Alberto Moreno

Es habitual que un equipo, sea cual sea la disciplina deportiva, tenga durante la temporada algo así como un ‘un día tonto’. Ese en el que, sin saber cómo, no te sale nada, en el que todo lo que has practicado en los entrenamientos parece haberse olvidado, ese día en el que solo piensas en que termine el partido cuanto antes, para olvidarlo lo más rápido posible. Pues ese ‘día tonto’ llegó para el Quabit en la Copa del Rey. Y es que el conjunto de Garralda no puso ningún impedimento para que fuese su rival, el Ademar León el que se clasificase para los cuartos coperos.
Costó arrancar el partido a ambos equipos, con los primeros ataques errados por unos y otros, con sendas paradas de Jorge Gómez y Malumbres. Sin embargo, el Quabit regaló dos ataques a un que se puso con los dos tantos de Carrillo con el 0-2 inicial, una renta que pudo llegar a ser más amplia si Vrazalic hubiese convertido su lanzamiento de siete metros. El Quabit abrió su marcador particular con el tanto de Sergio de la Salud, pero a los alcarreños les costaba mucho trabajo romper la dura defensa 6-0 del León. Además, cualquier hueco que encontraban los lanzadores alcarreños se encontraban con un Malumbres que se mostraba muy seguro y que ya apuntaba que iba a ser una gran noche para él. Mientras, en la otra portería, Jorge Gómez quiso rivalizar con el de Villava y se encargaba de mantener vivo a su equipo atrás. Entre la actuación de los porteros y los errores no forzados en ataque, conseguir un gol para unos y otros se convertía en casi una misión imposible, sobre todo cuando ambas defensas estaban ya situadas. De hecho, a los quince minutos, el marcador reflejaba un escuálido 4-5.

Malumbres, brillante
El Ademar León siempre llevaba la delantera en el luminoso y cuando los de Garralda se empeñaban en apretar el resultado, ahí estaba Iñaki Malumbres para evitar que se culminase la remontada. Dos goles consecutivos del reaparecido Ruesga ponían el 5-8, máxima renta a favor del Ademar. Una diferencia que aumentó con el tanto de Carrillo desde los siete metros (5-9), momento en el que Mateo Garralda pidió tiempo muerto. Tenía mucho trabajo por delante; tenía que reparar las averías en ataque que presentaba su equipo. Pero sus instrucciones no dieron resultado. El Ademar siguió aumentando sus diferencias, mientras el marcador del Quabit caminaba hacia un auténtico récord negativo. Y es que Malumbres sacaba uno tras otro los balones de los jugadores alcarreños y cuando no lo podía hacer, los postes se encargaban de ayudarle. Ruesga ponía desde los siete metros el 5-13 y la duda estaba en saber si el Quabit iba a poder romper ese 5, que tenía como goles a favor. Tremps se encargó de quitar el maleficio anotando el sexto en el pivote, pero Ruesga, puso de nuevo los ocho de diferencia. Con el reloj a cero De la Salud desde los siete metros puso el 7-14 con el que se firmó el descanso.

La segunda parte, igual
Tras el paso por los vestuarios, el cambio del Quabit se tradujo en la entrada en el partido del joven portero Carlos Barbero, pero el problema del cuadro de Guadalajara estaba en el ataque. El Ademar, un equipo muy físico se convertía en un muro difícilmente salvable para el Quabit, mientras que Malumbres estaba simplemente brillante. Carlos Ruesga situaba el 8-17 a los cinco minutos. Era la máxima ventaja del partido. Nueve goles que permitían a los de Manolo Cadenas jugar con toda la comodidad del mundo, sin presión, sin prisa, elaborando su ataque hasta encontrar el hueco, como hizo el joven ruso Alex Tatarintsev para poner el 10-19.

El Quabit no encontraba el revulsivo necesario y bajó los brazos. Quedaban aún quince minutos para el final pero daba la sensación de que los de Garralda se habían despedido a las primeras de cambio de su participación en la Copa del Rey. El partido se estaba haciendo eterno para un Quabit que solo esperaba que terminase cuanto antes. El único atractivo en la recta final del choque era comprobar cual sería la diferencia definitiva en el marcador. Y es que los de Cadenas no se relajaron en ningún momento, ni cuando el técnico de Valdevimbre dio minutos a los menos habituales. Así, con un balonmano de calidad se cerró el definitivo 18-32, dejando al Quabit fuera de la competición copera. Simplemente fue, un ‘día tonto’.

QUABIT BM GUADALAJARA: Jorge Gómez (P), Javi Parra, De la Salud (5), Bozalongo (1), Tremps (1), Rasic (2), Radulovic (3) –equipo inicial- Barbero (PS), Nacho Plaza (1), Nenadic, Gamuz (1), Jorge Silva (1), Edu Reig, De la Rubia (3)

REALE ADEMAR LEÓN: Malumbres (P), Iosu Goñi (1), Carou, Castro (2), Carrillo (5), Vrazalic (1), Vranjes (4) –equipo inicial- Luis de Vega (PS), Cabanas (2), Piñeiro (2), Ruesga (10), Borges (3), Álex (1), Golubovic (1).

ÁRBITROS: Raluy López y Sabroso Ramírez. Mostraron tarjetas amarillas por los locales a Nacho Plaza, Rasic y a Radulovic y por el León a Castro y Carou. Excluyeron a Vranjes (2), Goñi por el León y por el Quabit a Silva y Rasic.

PARCIALES: 1-2, 2-4, 4-5, 5-7, 5-11, 7-14 (descanso) 8-17, 10-19, 12-21, 13-23, 15-29, 18-32 (final)

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el palacio Multiusos de Guadalajara, ante unos 400 espectadores. El partido fue designado por la directiva alcarreña como Día del Club.