El Dínamo encadena su tercera victoria junto a Butarque
09/12/2013 - 18:19
El Dínamo Guadalajara sumó su tercera victoria consecutiva ante un rival directo en la lucha por la permanencia con lo que las alcarreñas amplían su colchón de puntos sobre el pozo de la tabla a 12 puntos y, de paso, les permite seguir soñando con cotas mayores dentro del Grupo V de la Segunda División Nacional femenina.
Las pupilas de Alberto Mendoza se impusieron con un postrero gol de Bea Torija en un choque dominado de principio a fin, pero en el que los fallos defensivos penalizaron mucho a las arlequinadas. De salida, el Dínamo Guadalajara presentó sus credenciales en el Anexo del estadio de Butarque, feudo del Club Deportivo Asociación de Vecinos San Nicasio. A pesar de la apurada situación en la tabla de las madrileñas, era el combinado alcarreño el que llevaba el peso del encuentro. Sin embargo, un despiste defensivo permitió al equipo local adelantarse superado el ecuador de la primera parte.
El San Nicasio hacía pleno de esta forma ya que perforaba la meta defendida por Diana en su única aproximación de la primera mitad. El Dínamo Guadalajara acusó ligeramente el golpe, pero siguió llevando la iniciativa. No obstante tuvo que llegar el tiempo de descanso para que las alcarreñas reaccionaran a raíz de los cambios. Alberto Mendoza, prudente en el planteamiento inicial, agitó a las suyas dando carrete a Jessi y a Toló, que regresaba cuatro semanas después tras disputar el Mundial por Laura y Plaza. La apuesta salió cara al Dínamo que a los diez minutos del segundo acto lograba el gol del empate por mediación, precisamente de Toló. Con el 1-1 y con Sheila cuajando su mejor partido de la temporada, el segundo gol estaba al caer y no tardó mucho en hacerlo.
En este caso fue Bea Torija su autora. Con el marcador a favor, el Dínamo dio un paso atrás y lo pagó ya que un nuevo error defensivo permitió empatar al San Nicasio. Cuando parecía el 2-2 no se movería apareció de nuevo Bea Torija para anotar el definitovo 2-3 a cuatro minutos del final. Un gol que vale su peso en oro porque otorga tranquilidad a las arlequinadas y abre la puerta a soñar con cotas mayores.