El espectáculo del fútbol sala lo pone la Segunda Femenina

En el caso de las tuechas, los objetivos son muy ambiciosos. Su técnico, Ángel Luis Gutiérrez no se esconde y afirma que “el año pasado fuimos séptimas, la mejor clasificación del club en su historia, pero este año vamos a jugar a campeón. Igual dentro de unas jornadas tenemos que cambiar los objetivos en función de los resultados, pero nuestra idea es estar arriba y luchar por el ascenso”. El preparador insiste en que “todos los equipos partimos con los mismos puntos y ahora mismo ninguno tiene ventaja, por lo que nosotros vamos a trabajar para lograr el ascenso”.

Y para luchar por ello, el equipo se ha reforzado con tres jugadores, Jenny e Inma que llegan del Alovera y la pívot Jessy, que procede del Móstoles. “Ahora contamos con una plantilla de 14 jugadoras y mucho más compensada que la del año pasado”, explica Gutiérrez. El equipo debutará el domingo en Chiloeches. A las 12.15 horas recibirá al recién ascendido Casar de Cáceres, un conjunto ante el que esperan sumar su primera victoria y sobre todo firmar “un buen espectáculo para poder agradar a la afición, ya que va a ser muy importante su apoyo para los partidos de casa, porque fuera hay salidas muy complicadas”.

Mientras Chiloeches debuta en casa, el FSF Alovera lo hace fuera. Mañana sábado, a las 16.00 horas, el equipo que entrena José Antonio Martín Roa se estrena en Segovia ante uno de los clásicos de la categoría, el Unami. El cuadro aloverano abrirá así una campaña en la que el principal objetivo será lograr la permanencia, pero en la que tampoco se quiere renunciar a convertirse en la sorpresa positiva. El club ha vuelto a apostar por una plantilla donde prima la juventud. De hecho, las cinco incorporaciones, son jugadoras muy jóvenes y sin apenas experiencia en la categoría, pero según afirma el técnico “con mucho talento”. Además, esa pizca de veteranía necesaria la aportarán jugadoras como Peque, que llega a Alovera después de su periplo en el fútbol once y en el Cabanillas en fútbol sala o Miriam Pinteño. Es una pívot que procede del fútbol sala andaluz y que promete goles.

“Mi equipo es muy trabajador, hay un gran ambiente en el vestuario y todas tienen mucha ambición”, dice Roa y añade que “tenemos que tener los pies en el suelo, porque hay jugadoras que no se conocen la categoría y con una media de edad de 19 años, pero eso es bueno. Desde el cuadro técnico estamos encantados, sabemos que tenemos que trabajar un montón y la idea es que podamos competir en todos los partidos y sobre todo en casa hacernos fuertes”.