El ‘grupo de la muerte’ se queda sin representación en la fase decisiva

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

No quedan supervivientes del ‘grupo de la muerte’. Encefalograma plano. Hora de deceso, cuartos de final. Cuando se confeccionó el bloque C, con Holanda, Italia, Rumanía y Francia como inquilinos, Europa vio en este elenco de selecciones al menos tres aspirantes al título.
Uno se tenía que quedar por el camino, víctima del fuego cruzado, pero los otros dos avanzarían hacia las fases nobles del campeonato. Diecisiete días después, los cuatro equipos han recogido sus bártulos y hasta vergüenzas –caso del desplumado gallo galo– y han vuelto a casa. Los cruces de cuartos han exprimido la ‘naranja mecánica’ y han abierto boquetes en la nave ‘azzurra’, hundida tras la ruleta rusa de los penaltis contra España, mientras que la tropa de Domenech decepcionó a las primeras de cambio. Con el escudo y la camiseta, no ha bastado.
Quizás lo que más haya sorprendido ha sido la premura con la que Holanda ha dicho adiós a la Eurocopa. Lo cierto es que la selección ‘oranje’ firmó una fase preliminar espectacular, aupada a los lomos del fútbol total, con un juego fluido y alegre, como lo demuestran las sendas goleadas ante Italia (3-0) y Francia (4-1). Daba gusto verles crear, atacar y rematar. Después de pensárselo mucho, Van Basten osó prescindir de los extremos, herencia legada por el padre del ‘estilo holandés’, Johan Cruyff, y se presentó en la Eurocopa con un esquema 4-2-3-1, maravilloso en construcción y ejecución.
Tres partidos y tres victorias, nueve goles a favor y tan sólo uno en contra. A cuartos a hombros. Y entonces apareció Rusia, bicéfala, con Arshavin y Pavlyuchenko como ejecutores, que desarboló a la tropa de Van Basten con suficiencia. La marea ‘oranje’ se retiró a casa con una sensación de vacío que sólo pueden sentir las grandes selecciones, conscientes de que han perdido una oportunidad real de conquistar la Eurocopa. Peor es lo de Francia, un ‘bluff’ vestido de azul, uno de los peores equipos que han pasado por Austria y Suiza. Los galos partían como uno de los favoritos y, al final, su participación ha concluido con cero victorias y un empate –contra Rumanía– y un balance de un tanto a favor y seis en contra.
Italia, huérfanos de fútbol y sobrados de moral, se colaron entre los ocho mejores cuando todo el mundo les daba por desahuciados.Así las cosas, las tres grandes favoritas apenas han trascendido en la Eurocopa.