El II Enduro MTB se luce con el espectular entorno de Trillo
El entorno de Trillo acogió el II Enduro MTB disputado en la localidad ribereña, al que la lluvia añadió dificultad y, al mismo tiempo, espectacularidad. En un intenso fin de semana deportivo, los ciento veintitrés corredores inscritos, venidos de toda España, han podido paladear, en toda su intensidad, lo apropiado del entorno trillano para el deporte de las dos ruedas en los dos días, calificación y carrera, en los que ha quedado dividida la prueba.
El sábado, día de entrenamientos, los bikers bajaron desde el imponente paraje de las Tetas de Viana hasta la misma pedanía trillana en una avalancha sobre dos ruedas bajo la lluvia que tenía el fin de determinar el orden de salida del domingo.
En la mañana del domingo se han disputado los tres tramos cronometrados que han dilucidado la clasificación, dos de ellos con final en el caserío trillano. El primero fue el más espectacular para el público. Bajó desde el cerro de Mataperros, hasta la misma cascada del río Cifuentes, por el barranco de la Canaleja, en 3 kilómetros de auténtico infarto. Los últimos metros discurrían en paralelo al río Cifuentes. Los bikers compusieron imágenes preciosas, con las aguas salvajes de las caídas del agua al fondo.
Los ciclistas, sin otra ayuda que la de sus piernas, debían pedalear a continuación hasta el inicio del segundo tramo. Partía desde el cerro del Carrascal y llegaba, igualmente, hasta las calles de Trillo, entrando en el casco urbano por el Camino de la Barca. Después de descender a toda velocidad por el cerro de Villavieja, en una bajada que acumulaba el mayor desnivel del recorrido, los ciclistas atravesaban la CM-2115 bajo el túnel que la cruza, instantes antes de entrar, como balas, en el final del tramo situado en la calle San Martín.
El tercero y último, de 6 kilómetros de longitud, era el más largo y exigente del día, y también el que más ha gustado a los corredores. Saliendo desde lo alto de las Tetas de Viana, los bikers llegaron al mismo cauce del río Tajo, en el camino del Vivero, tras una intensa bajada, con zonas muy trabajadas para la diversión del corredor, en las que no faltaron los saltos espectaculares sobre el carrascal.
El más rápido del día fue el dorsal 18, el riojano, de Calahorra, Carlos Sádaba (Agudo Kom). Después de haberse clasificado cuarto en la avalancha del sábado, hizo segundo en el primer tramo (2´22”), habiendo sido el más rápido en los otros dos, con (5´50”) en el segundo y con (14´18”) en el tercero. “Ha sido un día difícil para montar en bicicleta, por el agua, pero también muy divertido”, afirmaba el campeón al terminar la prueba. El calagurritano se ha adaptado perfectamente “al terreno y a este tipo de barro”. Para Sádaba, el mejor tramo fue el tercero, el más solitario, aunque bajar “cerca del público, gusta”.
Marga Wilk polaca que llegaba a Trillo desde Madrid, se enfrentó en Trillo a su primer Enduro MTB. “Ha sido complicado, por las circunstancias tan difíciles de lluvia, viento, granizo ahí arriba y barro. Aun así, he podido terminarlo, he conseguido el reto, ha sido una pasada, estoy contenta por haberme atrevido y por haberlo logrado”, decía a mediodía en meta. Como a su compañero, el tramo que más le gustó fue el tercero, el descenso de las Tetas de Viana. El II Enduro MTB lo ha organizado (MYR Downhill), contando con el patrocinio del Ayuntamiento de Trillo.