El Marchamalo coloca en sus vitrinas el prestigioso Trofeo Alcarria

Los de Aitor Gómez que participaban por tercera vez en la historia del Trofeo, llegaban al Pedro Escartín con la intención de demostrar porqué son el primer equipo de la provincia. Su presencia en la Segunda RFEF les hacía partir como favoritos en el torneo veraniego. Y cumplieron el guion. Salieron con una marcha más que sus rivales (en el partido ante el Hogar, incluso con dos) e hicieron méritos para que sobre las 22.00 horas del sábado el capitán Víctor Illana pudiese levantar el trofeo.

El regreso de la cita tras cuatro años de parón se había vendido como la fiesta del fútbol provincial. Los dos equipos recién ascendidos (Marchamalo a Segunda RFEF y Hogar Alcarreño, a Tercera) se unían en el cartel al anfitrión, un CD Guadalajara, que antes de comenzar los encuentros rendía homenaje a sus dos invitados, en un gesto de caballerosidad.

Después comenzó la fiesta. El primer envite, el que enfrentaba a los de Aitor Gómez contra los de Carlos Terrazas (fue muy emotivo verle de nuevo pisar el césped del Escartín), estuvo marcado por el tempranero gol de Josemi. Los gallardos se adelantaban a los dos minutos de partido, lo que les hizo jugar con desparpajo y ritmo, mucho ritmo. Llevaron la batuta del encuentro y otro tanto de Josemi (min. 30) y de Mani (40’), sirvieron para permitirse descansar durante una hora mientras se jugaba el segundo en envite de la tarde, el Deportivo-Hogar.

Los de Terrazas no habían tenido buen estreno en el Trofeo Alcarria. Ante el Marchamalo apenas inquietaron la portería de Pantoja y tenían contra los morados la oportunidad de resarcirse. Sin embargo, los anfitriones también fueron mejores y se llevaron el premio en un partido aburrido, con muy poquito fútbol y en el que ganó el que más lo quiso, el Deportivo Guadalajara, gracias al tanto de Soga a falta de cinco minutos para la conclusión.

Ese 1-0 convertía en toda una final el tercer choque de la velada: Deportivo-Marchamalo. El que ganase se llevaba el premio. Y ambos demostraron que lo querían. El partido tuvo un ritmo muy alto, con un Deportivo que salió mandando, llegando y dejándose ver con peligro por el área gallarda. El choque tenía emoción e intensidad, tal vez demasiada intensidad para ser pretemporada y parecía que había en juego algo más que una cita amistosa. Poco a poco el Marchamalo fue cogiendo la batuta y sus llegadas por la banda tuvieron el acierto del gol de Mani, a los 33 minutos. El Marchamalo se llevaba así, de forma merecida el 42 Trofeo Alcarria.