El Marchamalo prescinde del ‘promesas’ para afrontar su deuda

La austeridad ha vuelto a marcar los números de un club que ha pasado su “peor año”, tal y como lo calificó su presidente, Juan Carlos Álvaro, en cuanto a lo económico se refiere. El retraso en el cobro de las subvenciones institucionales, algunas de ellas con compromiso pendiente desde hace dos años, y la disminución de colaboradores han hecho que los dirigentes del club gallardo decidieran prescindir del equipo ‘promesa’, que militaba en Primera Autonómica, para afrontar un déficit que se acerca a los 43.000 euros. “Ha sido una decisión muy difícil y meditada, pero había que tomarla para poder hacer una plantilla competitiva en Tercera con la reducción presupuestaria que hemos planteado y que llega al 40 por ciento respecto a la pasada campaña”, apuntaba el presidente verdillo.

Según explicaron a los socios, el Marchamalo B conlleva unos gastos cercanos a los 18.000 euros y los beneficios no llegan a los 3.000, por lo que su continuidad queda aparcada para cuando se sanee la economía del club, cuestión que fue entendida por todos los asistentes. La idea del club es afrontar su deuda en dos años para que en la temporada 2013-2014 se pueda hablar de un superávit de unos 3.000 euros. También recalcó que se ha recortado lo “máximo posible” de donde se podía, y dio el detalle de que en los últimos tres años, la partida dedicada a la plantilla ha disminuido desde los 110.000 euros a los 48.000 que se han contemplado para la temporada 2012-2013.