Foto: LOF
El Quabit Guadalajara pagó la necesidad de victoria de los locales (35-27) en un derbi regional gélido en las despobladas gradas del Quijote Arena pero que se fue calentando en la pista de manera un tanto absurda, en una segunda mitad con el marcador decidido pero salpicada de piques y enfrentamientos, y que acabó con una decena de exclusiones y los dos entrenadores amonestados. Fue, en definitiva, un derbi regional desigualado en las fuerzas pero que sí presentaba ciertos alicientes.
El conjunto alcarreño visitaba la cancha de un Ciudad Real en horas bajas tras su derrota ante el CAI, un resultado que le hace militar a cuatro puntos del Barcelona. El mal momento de su rival hizo al Quabit albergar esperanzas de dar la sorpresa en el Quijote Arena a pesar de reconocer en todo momento la superioridad de los pupilos de Talant Dujsebaev. El Guadalajara afrontaba el encuentro con las bajas de Sergio Valles por lesión y de Stanislas Demovic. Con los locales reaparecía el macedonio Kiro Lazarov, después de más de un mes de baja por una fisura en la tibia. Además, en el bando alcarreño los aficionados pudieron reconocer varias caras conocidas, como la de sus ex canteranos Kisselev y Dzokic este último finalmente no entró en la convocatoria de Bolea, o el pivote vasco Mikel Redondo, jugador del BM Ciudad Real en la época de Rafael López León. Pero la realidad era la que era. Un Renovalia conocedor de su superioridad pero falto de motivación y de intensidad, ante un Quabit que asumía su rol de víctima sin mayores complejos, pero demostrando sus ganas de agradar en la pista del actual campeón liguero. Aunque siempre con ventaja en el marcador, los de Talant no supieron aprovechar su mayor potencial para sentenciar el choque en la primera mitad. Los alcarreños, liderados por el potente brazo de Rudovic y las paradas de Jorge Gómez, aguantaron el ritmo local, que por otro lado no resultaba demasiado exigente. Sólo en la recta final de este primer periodo al Renovalia Ciudad Real se le vio más intenso en defensa y suelto y acertado en ataque, lo que aprovechó para encarrilar el choque, a pesar del tiempo muerto que había solicitado el técnico visitante Fernando Bolea. Al descanso, el luminoso del Quijote ya reflejaba un 18-14.
El descanso
Pero fue en la reanudación cuando los blancos cerraron el encuentro con un fugaz parcial de 7-0 en apenas cinco minutos de juego (26-16, min. 8), erradicando cualquier atisbo de esperanza de los visitantes de forzar un final de encuentro equilibrado. La excelente labor de García Parrondo como defensor avanzado destrozó el ataque de un Guadalajara que no pudo hacer nada para frenar las contras del Renovalia. Eso sí, siguió peleando hasta el final para evitar que el castigo fuera mayor, con un ímpetu a veces excesivo en jugadores como Redondo o Castella que no gustó en absoluto en las huestes locales. Afortunadamente, la sangre no llegó al río.
LA FICHA
RENOVALIA CIUDAD REAL: Hombrados (37%), Källman (2), Aguinagalde (4), García Parrondo (4), Entrerríos (1), Morros (1) y Lazarov (5) -siete inicial- Guardiola (1), Davis (1), Abalo (2), Chema Rodríguez (4), Jurkiewicz (5) y Shevelev (5).
QUABIT BM GUADALAJARA: Gómez (22%), Castellá (1), Reig (4), Fontenla (5), Vidal (1), Epeldegui (-), Rudovic (7) -siete inicial-. Beret (1), Redondo (3), Basmalis (1), Suárez (-), Kisselev y De la Salud (4).
ÁRBITROS: Casado Fernández y Vera Ávila (Andalucía). Excluyeron por el equipo local a Guardiola, Davis, Shevelev y Aguinagalde en dos ocasiones y por el conjunto alcarreño a Castellá, Rudovic y Redondo en dos ocasiones.
PARCIALES: 2-2, 6-3, 9-6, 10-9, 14-11, 18-14 descanso. 22-16, 26-17, 27-21, 28-24, 30-26, 35-27
