El Quabit BM vuelve a plantar cara a un grande pero suma una nueva derrota

21/10/2010 - 00:00 Geca Sport

 
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El Quabit BM Guadalajara volvió a poner en apuros a otro grande de la Asobal, esta vez al Ademar de León, y a punto estuvo de llevarse la victoria de no haber malgastado la primera media hora de juego. El equipo dirigido por Fernando Bolea mostró su peor y mejor cara respectivamente ante el Ademar, aunque ambos ofrecieron un choque vibrante y de muchísimo ritmo. Al igual que en los partidos ante Barcelona y Ciudad Real, los de Bolea ofrecieron una excelente imagen de equipo batallador.
Los de Fernando Bolea perdían ante el Ademar León (30-27) 
En el saque inicial los alcarreños trataron de demostrar que iban a ser un rival incómodo para los locales. Continuos cambios en el engranaje defensivo y marcajes correosos sin bajar los brazos fueron la seña de identidad del siete inicial formado en cancha por Fernando Bolea. El Quabit trataba de imponer su ritmo fuerte en defensa y salir como flechas a la contra. Ganar con las mismas armas que usa el Ademar. Sin embargo, el efecto efervescente duró poco más de tres minutos. Los de León eran un auténtico rodillo, plenos de efectividad en ataque y con mucha seriedad en la retaguardia. El combinado de Jordi Rivera parece destinado a batallas de mayor enjundia. Incluso el técnico catalán se permitió el lujo de dejar en la grada al extremo eslovaco Martin Stranovsky. Muy poco duró el ímpetu alcarreño, pues pasados los diez minutos ya caían por cuatro goles de diferencia. Sólo Javi Suárez y Rudovic parecían mantener el nivel esperado. Pero era demasiado el Ademar para un equipo que parecía haber hecho caso a las palabras de Bolea cuando pidió tener un ojo en León y otro en el partido del fin de semana ante el Naturhouse La Rioja. Un mensaje poco ambicioso que dio la sensación de calar en la plantilla. El mister maño trataba de imprimir carácter al equipo y discutía con los árbitros, pero nada daba resultado porque la renta marista crecía con el paso de los minutos hasta situarse en una insalvable diferencia de siete goles. Nada de lo trabajado en la pizarra se reflejaba en la pista, en gran medida por la falta de intensidad de los alcarreños.El siete visitante solo mostró sus armas al filo del descanso con un par de buenas acciones en ataque, fruto de la paciencia y el juego combinativo. Escasos argumentos para un equipo que se mantenía vivo en el choque gracias a la estupenda actuación de su portero. En el paso por vestuarios, los visitantes daban síntomas muy preocupantes, no tanto por el resultado sino por la imagen mostrada en el parqué leonés. Poco mejoró el arranque del segundo periodo, con un Ademar volcado sobre la meta de Jorge Gómez. En especial, el capitán Castresana. El pivote leonés debutaba tras su lesión y se mostró muy motivado ante su público. Tanto como un Demovic que volvía a la que fue su casa y que trató de demostrar su valía con más voluntad que acierto. El Quabit trataba de alargar sus ataques para acortar el partido, una buena forma de no desgastarse en exceso, de no ser porque los de Bolea no están acostumbrados a hacer largas posesiones y su sistema de juego es vertiginoso y eléctrico. Los flancos visitantes vivían una pesadilla constante con Krivochlykov y Ortigosa entrando a placer para ajusticiar a Jorge Oliva. Nada que ver con la forma de atacar de los alcarreños, siempre percutiendo por la parcela central con los laterales disparando sus brazos. Así el Quabit consiguió rebajar la diferencia a cinco goles ante la defensa en línea de seis de los maristas. De inmediato, modificó Rivera a una zaga con jugador adelantado para ganar movilidad sin lograr mejorar los resultados. Fueron los mejores momentos de un equipo empeñado en hacer realidad un imposible, eso sí, con la colaboración del Ademar. El cuadro de Bolea se empezó a sentir cómodo corriendo, buscando las cosquillas al contragolpe para situarse 27-24 en el luminoso. La impresión del equipo guadalajareño volvía a ser gratísima por momentos ante uno de los ‘cocos’ de la categoría. De ahí hasta el final el cuadro alcarreño apretó los dientes e hizo sufrir de lo lindo a una grada leonesa que ya confiaba en el que el partido sería un paseo militar. El Quabit volvió a quedarse a las puertas de ganar a un grande, de lo que hay que extraer una lectura positiva de la combatividad de este equipo.
 
Ficha técnica:
REALE ADEMAR LEÓN: Losert (30%), Carou (1), Martins (-), Andreu (-), Krivochlykov (5), Ortigosa (8) y Cutura (4) -siete inicial- Álamo (p), Montoro (5), García Vega (1), Castresana (1), Buntic (3), Chernov (1), Aguirrezabalaga (1).
 
QUABIT BM GUADALAJARA: Gómez (12%), Castellá (1), Fontenla (1), Vidal (5), Epeldegui (1), Rudovic (10) y Demovic (1) -siete inicial- Oliva (25%), Beret, Kisselev, Redondo, Suárez (3), Valles (1) y Reig (4).
 
Árbitros: Juan José y Carlos Javier Gude Prego (Euskadi). Excluyeron a Buntic, Chernov, Cutura y en dos ocasiones a Andreu. Y a Castellá, Reig y en dos ocasiones a Redondo.
 
Parciales: 1-1; 5-3; 9-5; 13-6; 15-8; 19-11, descanso. 23-14; 24-17; 26-21; 27-23; 28-24; 30-27.