El Quabit se quedó sin premio al final
03/12/2011 - 22:53
El Quabit Guadalajara sumó un punto en su visita a Pamplona, una pista difícil y en la que sin embargo los de Fernando Bolea firmaron un partido meritorio. El cuadro alcarreño se mantuvo por delante en el marcador durante muchísimos minutos, lo que dejó un regusto amargo a los de Bolea ya que el triunfo se escapó con el tiempo cumplido al anotar Crowley un penalti salvador para los locales.
La pareja arbitral quiso ser protagonista y firmó una actuación para olvidar y que indignó a unos y otros. El conjunto alcarreño fue durante todo el primer tiempo por delante en el marcador con rentas importantes, llegando al descanso con siete goles a su favor (11-18). En la segunda mitad los locales salieron más enchufados y fueron poco a poco recortando diferencias hasta conseguir la igualada en el último suspiro.
El equipo de Bolea salió enchufado a la pista y supo aprovechar los fallos en la circulación de los locales, imprecisos en las entregas con el balón. En rápidas transiciones llegaron los primeros tantos visitantes y el Quabit terminó en ventaja el primer parcial (1-3, min. 5).
A los locales les costaba encontrar la continuidad en ataque aunque supieron suministrar balones a Guardiola, que marcaba desde el pivote. Ambos equipos dispusieron de defensas 6-0 en la zaga, y el conjunto alcarreño mantuvo la intensidad para firmar ventajas mínimas y crearles muchas dificultades a los navarros merced a su alto acierto en ataque.
El conjunto de Fernando Bolea cerró bien los costados del ataque navarro y los locales confiaron su ofensiva a sus hombres de primera línea, con Sluijters como hombre más activo. Bien dirigidos por De la Rubia y con un Jorge Gómez crecido bajo los palos, el Quabit Guadalajara se despegó en el marcador y tras un gol de Basmalis la diferencia de los alcarreños llegó a cuatro goles (10-14, min. 23).
Los navarros insistían una y otra vez con el juego al pivote, una vía que no funcionó. Así las cosas, el técnico local no tuvo más remedio que pedir tiempo muerto, el segundo de los navarros en el primer tiempo, para intentar cambiar la dinámica del choque, algo que sin embargo no sucedió ante un cuadro bien plantado y que supo alargar los ataques al borde del pasivo y aprovechar el agarrotamiento local para marcharse aún más en el marcador al descanso (11-18).
Una gran ventaja
La ventaja era un tesoro para los hombres de Fernando Bolea, capaces de hacer su partido y generar aún más dudas a los antonianos, que arrancaron el partido con el objetivo de recuperar la confianza tras su mala racha de resultados en los últimos compromisos.
Los antonianos comenzaron la segunda parte conectando con los extremos y reduciendo la diferencia con dos goles de Aguirrezabalaga y Crowley, que marcó a la contra. Los navarros alternaban la 6-0 con una 4-2 y con las paradas de Lucau y un mayor acierto en ataque redujeron su desventaja (14-19, min. 37).
Dos minutos de protagonismo arbitral con tres exclusiones dos por el bando alcarreño sirvieron a los albiazules para reducir a cuatro goles su desventaja, aunque un tanto de Vallés oxigenó a los visitantes para devolver la renta de cinco tantos en el segundo parcial (16-21, min. 40).
El conjunto de Bolea trataba de alargar sus ataques e impacientar a su rival en la búsqueda de errores, pero la táctica no funcionó y los de Juanto Apezetxea reaccionaron con intensidad y mayor velocidad en la circulación. La diferencia en el minuto 45 era sólo de tres goles (18-21).
La tensión era máxima, y las protestas acabaron con una nueva exclusión al técnico local y que obligó a Nico a irse al banquillo. Parra no perdonó a la contra pero el bando local creyó en sí mismo y con casta se puso a tan sólo un gol (23-24), lo que hizo que Bolea solicitara el tiempo muerto tras el nuevo tanto de Aguirrezabalaga.
Tras la reanudación Nico Mindeguía, en una buena acción a la contra, logró la igualada para los navarros, una situación de empate que no se daba desde el minuto 11 de la primera mitad (6-6).
Dos lanzamientos de siete metros convertidos por Fontenla devolvieron la confianza a los alcarreños a falta de dos minutos (24-26). Mindeguía recortó para poner en aprietos al Quabit, pero entonces De la Salud apareció de forma estelar con un misil desde casi diez metros. Nico recortó de nuevo y el último ataque local se produjo a solo tres segundos para el final y tras un parón en medio de un rifi-rafe. El último balón fue para Crowley y Valles le paró con el resultado de penalti y expulsión. El propio Crowley transformó, obrando el empate.