El Quabit sigue siendo virtualmente equipo de Asobal

El Quabit sí que sabía lo que se jugaba en el partido. Los de Bolea querían sentenciar su permanencia en Asobal una temporada más y salieron más que enchufados al partido. Con una fuerte defensa y un acertado Oliva transformaban los ataques del San Antonio en claros contragolpes alcareños. Fontenla anotaba el primer tanto tras paso largo de Edu Reig; también el segundo desde los siete metros y Edu Reig, de nuevo en contraataque el 3-0. El San Antonio mezclaba un cierto nerviosismo con la desidia y la apatía y sus ataques no encontraban puerta, mientras que el Quabit seguía a lo suyo, es decir a defender y a correr. El 4-0 era para Rudo, el 5-0 para Fontenla. El técnico visitante intentó parar el vendaval alcarreño con un tiempo muerto, pero ni aún así. El San Antonio tuvo que esperar casi diez minutos para anotar su primer gol, por medio de Arrizabalaga (6-1). Era dar demasiada ventaja a un equipo, el Quabit que tenía hambre de victoria, y lo más importante, lo estaba demostrando. Con un Jorge Oliva espectacular y con la velocidad por bandera, el Quabit llegó a tener hasta siete goles de ventaja (11-4), una renta, la de siete goles con la que se llegaba al descanso (15-8). El partido estaba perfectamente encarrilado y también la salvación. Las noticias que llegaban de Logroño eran positivas, con un Antequera que estaba hincando la rodilla ante el Naturhouse (19-14 al descanso).

El Quabit tenía la permanencia en su bolsillo, al menos de manera virtual. Sin embargo, aún quedaba toda la segunda mitad. Lo que estaba claro es que el San Antonio tenía que despertar en cualquier momento. Era muy difícil seguir haciéndolo tan mal. La duda estaba en si el cuadro Bolea iba a baja su intensidad. Pero tal y como estaba trabajando Jorge Oliva casi daba igual lo que hiciese el resto del equipo. El portero sevillano estaba tocado con esa varita mágica de las grandes ocasiones y era la auténtica pesadilla del San Antonio. El partido se mantenía en esa cómoda renta de cinco o seis goles para un Quabit en el que todos aportaban (Garralda con dos tantos consecutivos, De la Rubia con otros tres...) y Oliva, más de lo mismo (Gedeón seguro que soñó con el sevillano). El partido no tenía excesivos problemas para los alcarreños que según pasaban los minutos iban adelantando la fiesta. Tibu Valles con el 27-20 volvía a situar los siete tantos de ventaja para su equipo. Quedaban solo cinco minutos para el final y el Quabit ya se sabía equipo, una temporada más, de la liga Asobal. Y así debe ser. El partido terminó con un dulce 29-25, con la derrota del Antequera en La Rioja y con la fiesta en el pabellón alcarreño. La Asoabal volverá a tener un año más, a Guadalajara entre sus socios, aunque aún haya que esperar a conseguir, al menos, un punto más que el Antequera en las tres jornadas que faltan.