El Rayet Guadalajara no puede brindar una victoria a Nacho Goya
01/10/2010 - 09:45
Por: A. MORENO. GUADALAJARA
Baloncesto- Liga Leb Bronce
El equipo morado cayó derrotado ante el Gestivérica Vigo en el San José por 78-86
Encuentro extraño en cuanto a las anotaciones de cada cuarto. El líder Gestivérica Vigo ganó anoche en el San José por un cómodo 78-86. El Rayet rindió homenaje a la figura de quien fuera su directivo Nacho Goya. Félix Abánades entregó una placa conmemorativa a la familia y el club hizo varios obsequios a la familia. Al principio del partido todos los niños que asistieron al polideportivo también recibieron regalos. Solo faltó poder brindar la victoria a un gran hombre como Nacho Goya.
Sergio Fernández convertía debajo del aro una asistencia de Nurse a tres minutos para el final. Ponía así al Rayet a unos esperanzadores seis puntos del Vigo (70-76). Era lo más cerca que estuvieron los morados de su rival en un partido en el que llegaron a perder por 23 puntos pero en el que hasta el final mantuvieron la ilusión de una posible remontada.
El encuentro fue extraño. Sí es normal que el Vigo llegaba al San José como líder sume en el primer cuarto 20 puntos, pero ya no es normal que el Rayet en ese periodo sólo consiga 6. Tampoco es normal que de los 19 triples anotados en el choque, entre ambos, diez se vean en el segundo cuarto. No es muy lógico tampoco que acciones similares en una y otra canasta sean señaladas por los colegiados como antideportiva, cuando eran cometidas por los morados y como falta, cuando eran de color gallego. Y puestos a mostrar extrañeza ésta también llegaba ante la ausencia en pista de Álvaro Palacios o Manu Ruiz, que vieron el partido desde el banquillo, acompañando a Michel Nurse, que sólo apareció cuando Rubén Iñigo cometió su cuarta personal.
Y en toda esa suma de elementos el partido se fue para Vigo. El Rayet no dio nunca la sensación de poder hacerse con la victoria. Ya desde el 0-6 inicial, los visitantes mostraban claras sus cartas. Primero, nutrían de balones a su pívot Varnie, que se mostró superior a sus defensores y cuando éste necesitaba el correspondiente descanso, el balón circulaba por la línea de triple y con acierto.
Del primer cuarto, poco se puede reseñar en el Rayet. Los de Prado, excesivamente erráticos en ataque, veían cómo el Vigo se iba al final del periodo con un marcador de 6-20.
En el segundo cuarto apareció el festival del triple. Diez canastas desde más allá de los 6,25 entre ambos equipos. Silva, por el bando vigués y Roberto Núñez por el alcarreño competían en efectividad, pero la renta seguía siendo gallega.
En el tercer cuarto y con la presión a toda la cancha del Rayet, las diferencias se fueron reduciendo, aunque a los morados les costaba bajar de esos psicológicos diez puntos.
Había mucho trabajo por delante y la afición lo sabía. Así, el San José se creció, intentó llevar en volandas a los suyos y a punto estuvo el Rayet de lograr la que hubiera sido una épica remontada. En el último cuarto llegaron los mejores minutos morados; la renta se redujo a seis puntos, pero el líder no se dejó arrebatar el que es ya su vigesimoprimer triunfo.
El encuentro fue extraño. Sí es normal que el Vigo llegaba al San José como líder sume en el primer cuarto 20 puntos, pero ya no es normal que el Rayet en ese periodo sólo consiga 6. Tampoco es normal que de los 19 triples anotados en el choque, entre ambos, diez se vean en el segundo cuarto. No es muy lógico tampoco que acciones similares en una y otra canasta sean señaladas por los colegiados como antideportiva, cuando eran cometidas por los morados y como falta, cuando eran de color gallego. Y puestos a mostrar extrañeza ésta también llegaba ante la ausencia en pista de Álvaro Palacios o Manu Ruiz, que vieron el partido desde el banquillo, acompañando a Michel Nurse, que sólo apareció cuando Rubén Iñigo cometió su cuarta personal.
Y en toda esa suma de elementos el partido se fue para Vigo. El Rayet no dio nunca la sensación de poder hacerse con la victoria. Ya desde el 0-6 inicial, los visitantes mostraban claras sus cartas. Primero, nutrían de balones a su pívot Varnie, que se mostró superior a sus defensores y cuando éste necesitaba el correspondiente descanso, el balón circulaba por la línea de triple y con acierto.
Del primer cuarto, poco se puede reseñar en el Rayet. Los de Prado, excesivamente erráticos en ataque, veían cómo el Vigo se iba al final del periodo con un marcador de 6-20.
En el segundo cuarto apareció el festival del triple. Diez canastas desde más allá de los 6,25 entre ambos equipos. Silva, por el bando vigués y Roberto Núñez por el alcarreño competían en efectividad, pero la renta seguía siendo gallega.
En el tercer cuarto y con la presión a toda la cancha del Rayet, las diferencias se fueron reduciendo, aunque a los morados les costaba bajar de esos psicológicos diez puntos.
Había mucho trabajo por delante y la afición lo sabía. Así, el San José se creció, intentó llevar en volandas a los suyos y a punto estuvo el Rayet de lograr la que hubiera sido una épica remontada. En el último cuarto llegaron los mejores minutos morados; la renta se redujo a seis puntos, pero el líder no se dejó arrebatar el que es ya su vigesimoprimer triunfo.