El Rayet se reencuentra a sí mismo

Quizás en su peor momento, en la posición de colista y tras cinco derrotas consecutivas, ‘retornó’ el CB Rayet, un equipo que se reencontró a sí mismo. Recuperó su juego colectivo, su intensidad en defensa, su peligrosidad al contraataque, su fuerza en la pintura, su baloncesto colectivo en el que ninguno brilla pero todos suman. Y, sobre todo, su fe. Así batió, con mucha solvencia además, al Lan Mobel en el Palacio Multiusos, que demostró poco en Guadalajara y no sólo por demérito suyo: también por mérito de los de casa.

El primer cuarto comenzó con errores constantes de los dos equipos, que rivalizaron en desaciertos. A falta de juego colectivo el Rayet se apoyaba en el tino de Smith, cómodo asumiendo la responsabilidad. Sin embargo, los morados sufrían abajo y sólo podían frenar a los interiores rivales con faltas, lo que sin embargo dio resultado dado el tremendo desatino en los tiros libres de los vascos.

Con ventajas muy cortas de unos y otros y un tanteo muy bajo se acercaba el final del primer cuarto hasta que apareció Max Van Schaik para demostrar, como el mal pero listo estudiante, que cuando quiere puede. Su talento se hizo palpable en tres canastas en tan sólo un minuto: un tiro cómodo, un ‘fly’ y un gancho. Gracias a él el Rayet se despegaba y mandaba con claridad al término de los diez minutos iniciales: 20-12.

En el segundo parcial el desacierto de los alcarreños, unido al hecho de que los vascos comenzaron a atinar desde la línea de personal, propiciaron que la ventaja menguara (22-19). Pintaba mal, más aún teniéndose en cuenta que los pívots morados se habían cargado de faltas... pero sin embargo empezaron los mejores minutos de los locales: intensos atrás, superiores en el rebote ofensivo y defensivo pese a su inferioridad física y con una buena lectura de juego tanto en estático como a la carrera. Su gran baloncesto, y también la mala actuación que estaba cuajando el Lan Mobel ISB, tuvieron premio: 39-26 al descanso. No se podía escapar.

Tras el parón, con el grande y efectivo Mortellaro a la cabeza, los guipuzcoanos hicieron daño en el juego interior, pero los hombres altos morados, como quería Peinado, respondieron. Fall y Pablo Rodrigo tuvieron la productividad en ataque que pedía su entrenador, mientras que Smith aparecía de nuevo para lograr dos canastas consecutivas y hacer el 57-38. Un pequeño arreón final de los visitantes, sin embargo, les hacía llegar con algo de esperanza al tramo final: 61-47.

 

Los vascos, de nuevo apoyados en Mortellaro, que hacía una sangría en el poste bajo, se acercaron peligrosamente (61-53), más aún cuando el Rayet encadenaba una serie de errores fruto del miedo a ganar. Quedaba tiempo para la remontada del Lan Mobel y los de casa ya no estaban inspirados, mostrándose nerviosos e imprecisos en ataque. Sin embargo apareció el veterano Sergio Fernández, quien decidió liquidar el partido gracias a su mortal y característico tiro de cuatro metros. Diez puntos lograría en este periodo, que sellarían una merecida y finalmente cómoda victoria morada (80-66). Un triunfo además importante no sólo en el aspecto clasificatorio, sino en el moral. Los nuestros son competitivos: sólo les falta creérselo en todos los partidos.

 

CB Rayet Guadalajara: DeForrest Riley-Smith (11), Arjonilla (2), Van Schaik (9) , Sergio Fernández (16) y Malick Fall (10) –equipo inicial–; Raúl Lázaro (13), Rubén Íñigo, Jorge Barra (2), Núñez (2), Pablo Rodrigo (14) y Dicent (1).

Lan Mobel ISB: Reginald Bratton (6), Cristopher Mortellaro (21), Ibargutxi (14), Páez (10) y Martínez (7) –equipo inicial–; Xabier Osa, Asier de la Iglesia y Sergio de la Fuente (7).

Árbitros: Sergio Manuel y David Vázquez.

Parciales: 20-12, 19-14, 22-21 y 19-19.

Incidencias: vigesimoprimera jornada de liga en la Leb PLata. Palacio Multiusos.