Foto: Lydia López
El Quabit BM Guadalajara logró por fin estrenar su casillero de puntos y victorias en la Liga Asobal de esta temporada. Lo hizo anoche, en el regreso al Palacio Multiusos, ante el Helvetia Anaitasuna y en un partido a vida o muerte para los de Fernando Bolea, a los que les urgía el triunfo después de haber cosechado siete derrotas consecutivas.
Con el agua al cuello, ante un rival directo por la permanencia el Anaitasuna solo llevaba cuatro puntos y bajo la antenta mirada del seleccionador nacional, Valero Rivera, el Quabit BM pudo sumar su primera victoria tras un partido irregular, en el que la extraordinaria actuación de Jorge Gómez en la portería, cuyas manos eran imanes para cada balón rival, además de la aportación ofensiva del trío formado por Rudovic (9 goles) y De la Salud y Parra, con seis, fue determinante para superar a un complicado conjunto pamplonés, que tuvo sus opciones para haber asestado una puñalada casi mortal a un equipo herido pero que mostró síntomas de mejoría.
El comienzo del encuentro dejó patente la tensión de ambos equipos por la importancia de los puntos en juego. Las fuertes defensas se intercalaron con las imprecisiones en los ataques y los nervios. El balón quemaba en las manos de los jugadores, sobre todo en los del Quabit, donde Rudovic era la fuente de anotación para los alcarreños en los primeros compases de un partido que marchaba igualado. Los de Bolea lograron la primera ventaja en el minuto 6 (3-2) con los tres goles de Rudovic.
Sin embargo, los alcarreños seguían intercalando buenas acciones defensivas con imprecisiones en ataque. Entonces apareció Mateo Garralda, tirando de galones y experiencia para sacar al Quabit del atolladero inicial. Al internacional no le tembló el brazo en esos momentos con dos goles consecutivos para abrir una ligera brecha en el marcador (6-3), superado el minuto 11, dando continuidad a las buenas acciones que ya estaba teniendo Jorge Gómez en la portería.
Al técnico del Anaitasuna, Aitor Etxaburu, no le quedó más remedio que solicitar tiempo muerto porque el Quabit BM se había despegado en electrónico (7-3, en el minuto 11) gracias, principalmente a los cuatro goles de Rudovic, la aportación de Garralda y varias acciones de mérito de Jorge Gómez.
Irregularidad
El cuadro pamplonés reaccionó intensificando su defensa y acertando en los lanzamientos de nueve metros, única forma posible que tenían los de Etxaburu para superar la defensa alcarreña. Bernatonis mantenía a los visitantes en el partido, impidiendo que el Quabit se distanciara. Así, el Anaitasuna se acercó hasta el 11-10 en el minuto 21, por lo que Fernando Bolea pidió el minuto de rigor.
Dos goles consecutivos de Sergio de la Salud, unidos a otras tantas buenas defensas, tapando el lanzamiento de nueve metros que tanto daño había hecho hasta ese momento, permitieron al Quabit BM recuperar la ventaja, aprovechando la primera inferioridad numérica del conjunto pamplonés, camino del minuto 20.
La irregularidad volvió cambiar de bando, en este caso para el Anaitasuna, dando la posibilidad al Quabit, que tampoco estaba muy fino, para que pudiera llegar al descanso de nuevo con la máxima ventaja que había tenido en el partido (16-12).
Un tira y afloja
Tras la reanudación, Rudovic volvió a sacar el látigo y con dos goles en tres minutos permitió al Quabit abrir una distancia considerable (19-13), mérito que también fue, y mucho, del portero Jorge Gómez, que prolongó su noche estelar.
Con el paso de los minutos, y a pesar de que el Anaitasuna intentó acercarse aprovechando la inferioridad numérica del Quabit, los alcarreños ganaron consistencia.
Los de Fernando Bolea mejoraron, y mucho, en el primer cuarto de hora de la segunda parte aunque los pamploneses seguían creyendo en dar la vuelta al partido y por ello no cedieron en su empeño de defender al límite.
Pero los alcarreños volvieron a mostrarse irregulares, perdiendo balones y permitiendo al Anaitasuna acercarse de nuevo de forma peligrosa (23-21, minuto 46). Los locales estaban atenazados y así, pasaron de un cómodo 23-19 a un inquietante 23-22.
Y como la noche estaba de errores, el Anaitasuna volvió a desperdiciar su oportunidad en la segunda parte, tirando por la borda dos ataques consecutivos para igualar el choque.
A partir de ese momento, el Quabit, que se veía de nuevo con la soga al cuello, reaccionó a base de casta y coraje. Todos aportaron su grano de arena en los últimos diez minutos para salvar la situación, pero Jorge Gómez volvió a ser una pesadilla para los pamploneses, que en un abrir y cerrar de ojos vieron cómo volvían a tener una desventaja casi insalvable (27-23, quedando únicamente cinco minutos).
Los pupilos de Bolea ya no se dejaron sorprender más y conservaron la renta para lograr una primera victoria que era vital para su futuro en la competición.
LA FICHA
QUABIT BM GUADALAJARA: Jorge Gómez (44%), Mateu Castella, Edu Reig, Coque Fontenla (3), Rudovic (9), Blazevic, Garralda (3) siete inicial, Javi Parra (6), De la Rubia, Basmalis, Epeldegui (1), De la Salud (6) y Valles (2).
HELVETIA ANAITASUNA: Sánchez (26%), Rodríguez (2), Ricard Reig (1), Montávez (4), López (1), Chocarro (2), Bernatonis (7) equipo inicial, Schulz (29%), Latorre (1), Martínez (1), Redondo, Borragán (1), Ragot (3) y Goñi (2).
ÁRBITROS: Fernández Fernández (Asturias) y Rodríguez Rodríguez (Cataluña). Excluyeron a Blazevic y Valles (en dos ocasiones), por el Quabit BM Guadalajara, y a Martínez, Mikel Redondo (en dos ocasiones), López, Chocarro y Goñi, por el Helvetia Anaitasuna.
PARCIALES: 2-2, 5-3, 8-6, 11-9, 14-11, 16-12 descanso, 19-14, 21-16, 23-19, 24-23, 27-23, 30-25.
INCIDENCIAS: Encuentro de la octava jornada de la Liga Asobal, disputado en el Palacio Multiusos de Guadalajara ante unos 500 espectadores. Presencia del seleccionador nacional Valero Rivera y del presidente de la Federación Española, Juan de Dios Román.