El Tour presenta un recorrido de 2011 para una posible nueva batalla Contador-Schleck
19/10/2010 - 00:00
El Tour de Francia presentó ayer en el Palacio de Congresos de París el recorrido para la edición de 2011, un diseño muy similar al de 2010, con pelea desde el principio, y que prevé una posible nueva batalla entre el español Alberto Contador y el luxemburgués Andy Schleck, siempre y cuando el madrileño salga airoso de su posible caso por dopaje. Amaury Sport Organisation (ASO) ha diseñado una carrera bajo el lema Todos locos por el Tour que se presenta emocionante desde su salida.
Los Pirineos regresan en la segunda semana y los Alpes, en la tercera
La Grande Boucle dará más protagonismo a la montaña, y como hiciese el año anterior con los Pirineos y su centenario, en esta ocasión será el turno de los Alpes, que en 2011 cumplirá su cien aniversario desde que se ascendieron en la carrera por primera vez y con el Galibier tomando el papel que en 2010 tuvo el Tourmalet. Por ello, y con una crono más corta 41 por 51 kms que el año pasado, y con el retorno de la modalidad por equipos, todo el favoritismo recaerá en principio sobre el actual ganador y triple campeón de la carrera, y su gran rival en los dos últimos años. Ambos tendrán mucho terreno empinado para librar un nuevo duelo, ya que tanto la cordillera pirenaica como la alpina presentan sus mejores puertos. Amaury Sport Organisation (ASO) ha diseñado una carrera bajo el lema Todos locos por el Tour que se presenta emocionante desde su salida, en la zona de la Vendée, el 2 de julio, de donde partirá el pelotón del Passage du Gois hacia Mont des Alouettes, pasando en sus kilómetros iniciales por una carretera que cubre la marea dos veces al día y con un final parecido al de Montjuic de 2009. Desde ahí se dará el inicio a tres semanas de carrera, con más de 3.400 kilómetros, cuatro finales en alto (uno más que el año pasado), y dos contrarrelojes, la habitual que sirve de antesala a la llegada a los Campos Elíseos, y otra por equipos, que se disputará el segundo día, para especialistas según reconoció el director del Tour, Christian Prudhomme.
En esa primera crono, con salida y llegada en Les Essarts y de 23 kilómetros, se marcarán las primeras diferencias entre los favoritos, que en esta ocasión, no tendrán que batallar con el adoquín como sucediese el año pasado, aunque tendrán en la cuarta etapa, la llegada al duro Mur de Bretagne, con porcentajes cercanos al 15 por ciento, donde también se podrán arrancar segundos preciosos. Posteriormente, los corredores pasarán por el Macizo Central con el final en Super-Besse Sancy y en Saint Flour, ésta última con tres puertos de montaña y que dará paso al primer día de descanso y a la entrada en la verdadera batalla.
Los colosos pireanicos y alpinos
Y es que inmediatamente los favoritos tendrán que lidiar con los Pirineos con tres etapas consecutivas con cimas míticas como el Tourmalet, que estará en la duodécima con final en Luz-Ardiden, el primero en alto de 2011 y que no se subía desde 2003. Al día siguiente, será el turno del Aubisque y el Soulor, y posteriormente, el segundo final en alto, en Plateau de Beille, aderezado con cinco cimas más. Contador ganó en 2007 y quien sale de amarillo en este puerto en el últimos años, la historia dice que gana el Tour. Tras el segundo día de descanso, llegará el tramo decisivo donde se definirá el ganador y el podio de la Grande Boucle con tres jornadas frenéticas y diferentes a 2010, cuando las dos ascensiones al Tourmalet estuvieron separadas por la jornada de reposo.
Así, la carrera entrará en terreno italiano en la decimoséptima etapa, con final en Pinerolo y la ascensión a Sestrieres, y en la decimoctava, con parte todavía por suelo transalpino, se celebrará la considerada etapa reina, con el final en el Galibier, el más alto en la historia del Tour (2.645 metros), más las ascensiones al Agnel y al Izoard, una jornada que fue presentada por Bernard Hinault. El coloso alpino como sucediese con el Tourmalet repetirá 24 horas después cuando los favoritos afronten, con el Télegraphe de por medio, las 21 míticas curvas de Alpe dHuez. Si éstas no han decidido, los técnicos 41 kilómetros contrarreloj con salida y llegada en Grenoble serán los jueces. Además, la ceremonia de ayer tuvo un sentido homenaje al francés Lauren Fignon, dos veces ganador de la prueba y que falleció el pasado mes de agosto a causa de un cáncer. Un video con sus imágenes y una larga ovación del Palacio de Congresos fueron el prólogo de la presentación.