Empate a poco entre Deportivo y Sabadell

03/03/2013 - 22:25 Rubén Martínez

 
El encuentro ante el Sabadell era el primero disputado en el Escartín después de conocerse la querella presentada por la LFP contra el Deportivo Guadalajara. Naturalmente, era buen momento para comprobar el estado de ánimo del equipo –que además venía de perder ante el Castilla– y por supuesto, de la hinchada. En cuanto a lo primero, no se resintió en absoluto, volvió a hacer gala de sus principales virtudes y mostró la personalidad y la confianza de los últimos meses de competición. Respecto a la afición, estuvo en todo momento al lado de los jugadores. Sin ninguna pancarta ofensiva ni ningún aspaviento inapropiado hacia el palco. Casi ni se pitó el himno de Camino Equivocado, algo que venía sucediendo religiosamente antes del comienzo de cada partido.
La gente no quiere hablar de denuncias, ni de posibles descensos, ni entiende de ampliaciones de capital. Lo que desea es ver fútbol, a ser posible de Segunda División y si es a su equipo ganando, mejor que mejor. Sin embargo hay que ser conscientes del fregado en el que está inmerso el Deportivo Guadalajara y por ello, hay que disfrutar de cada partido como si fuese el último. Por lo que pueda pasar... Ayer, los morados estuvieron compactos en defensa pero lejos de su mejor versión en la faceta ofensiva. Faltaron movimientos y frescura en la línea de tres cuartos, revulsivos efectivos desde el banquillo y sobre todo, profundidad. Solamente Vicente ofreció buenas soluciones en ataque. Álvaro Antón lo intentó como siempre pero no logró conectar con asiduidad con los hombres de arriba. Primero Azkorra y luego Kepa, apenas recibieron balones francos y no pueden convertir el agua en vino. Todo quedó a merced de los ‘chispazos’ de Vicente y las siempre recurrentes acciones de estrategia.

Posesión morada
El conjunto de Carlos Terrazas dominaba territorialmente. Mientras, el Sabadell no escondía sus cartas, aguardaba replegado y no cometía imprudencias. No obstante, el Depor ganaba metros y merodeaba el área de Nauzet, aquel portero sin pelo ante el que se consiguió el ascenso a Segunda en Miranda. Llegando al ecuador del primer tiempo, los alcarreños encontraron la rendija. Jon Erice pone un centro pasado, después remata César Soriano al segundo palo y Goni, en línea de gol, se mete el esférico en su propia portería. Reaccionaron los catalanes en el último cuarto de hora del primer acto. Primer perdonó Aníbal un gol cantado, de esos que marcaba habitualmente con la elástica morada. Su disparo desde el punto de penalti fue detenido sin problemas por Razak. A la siguiente, ya no fallaron los de Lluis Carreras. Fue en una jugada rápida y se juntó todo, desajuste de la zaga local y ante los jugadores más decisivos del conjunto arlequinado. Hidalgo condujo el balón hasta el balcón del área, habilitó a Lanzarote y este, pica el cuero ante Razak.

Mucha lucha, poco juego
En el segundo tiempo, típico partido de Segunda. Mucha entrega en ambos bandos, mucha brea pero poco criterio. El Depor, achuchando y el Sabadell, aguantando el chaparrón. Vicente, el más desequilibrante durante los 90 minutos, tuvo la victoria en el 75 tras una sensacional pared con Antón pero su remate final se perdió en el limbo. Otra internada espectacular del ex del Leganés acabó con disparo defectuoso de Susaeta. Del Sabadell, poco o nada en este segundo tiempo. Lluis Carreras dio entrada a Collantes, Moha y Uli Dávila pero tampoco mejoraron lo presente y tras salir ileso del último arreón alcarreño, el Sabadell pudo arañar un punto, tal vez demasiado botín para los escasos méritos de la escuadra catalana.