Flechazo en el Pedro Escartín

Debut soñado del nuevo proyecto del Club Deportivo Guadalajara. El equipo, como suele decirse, venció y convenció en el primer partido de liga. Demostró tener buenos mimbres, eficacia en las áreas, e ilusionó a la afición de un Pedro Escartín que disfrutó con los suyos. 

Todos esperábamos con ganas el primer once de Pere Martí como entrenador del Dépor. El técnico apostó por Zarco en portería, Cera y Julio Martínez en los laterales, y confió el centro de la zaga a los veteranos Ablanque y Gallardo. No fue titular Darío, que perdió su sitio en favor de Pablo Rojo, Toño Calvo y Borja Díaz. Para el ataque, los elegidos fueron Neskes, Manu Ramírez y Krehl. 

Si el año pasado, al Dépor le costaba horrores hacer gol, esta temporada empezó totalmente al revés. Practicamente en el primer acercamiento al área rival, Borja Díaz cabeceó un centro de Julio Martínez para sorprender al portero rival y hacer el 1-0. Era la manera perfecta de arrancar el encuentro. 

El conjunto insular se repuso bien y tuvo dos buenas ocasiones para empatar, sobre todo un lanzamiento desde el centro del campo de Menudo que estuvo muy cerca de sorprender a Zarco. Pero pasado el cuarto de hora de juego, los locales igualaron el duelo y consiguieron controlar un partido que estuvo falto de ocasiones. Quizá la mejor de la primera parte, además del gol, la tuvo Neskes pasada la media hora de juego. El ‘7’ morado se revolvió en el área y con calidad, buscó la escuadra de la portería rival con su pierna derecha. El balón se estrelló contra el travesaño cuando el Escartín ya cantaba el segundo de la mañana. Antes de llegar el descanso, Armiche provocó algún que otro susto en el Escartín. El atacante canario se plantó solo ante Zarco tras un robo en salida de balón local. Pero el control no fue bueno y permitió a Gallardo aparecer de manera providencial. Con el 1-0 se marchaban los jugadores a vestuarios. 

Como ya ocurrió en la primera parte, los locales salieron mejor al terreno de juego tras el descanso, más intensos. Estas sensaciones las certificó Manu Ramírez en el minuto 58 anotando un auténtico golazo por la ejecución final, los detalles técnicos y la combinación con Krehl. 

Todo partía de un saque de banda, en la derecha, a la altura del área del Atlético Paso. Cera sacó hacía un Manu Ramírez que dejó pasar el balón y luego hizo un globito para deshacerse de dos rivales. Entonces vio a Krehl, y el delantero, de tacón, dejaba dentro del área a Manu Ramírez. El jugador del Dépor quebró a un defensa más, logró habilitarse para disparar y, con la zurda, puso el balón al palo largo, imposible para el portero del equipo insular. Muchos en el Escartín no se acababan de creer el golazo que acababan de ver, pero la parroquia morada celebró efusivamente un gol que dejaba el partido muy de cara, tanto por el resultado como por las sensaciones.

A partir de entonces, los entrenadores empezaron a realizar cambios para, los visitantes intentar meterse en el partido, y los locales sentenciarlo. En este momento también hizo gala el Dépor del gran fondo de armario que posee esta temporada. Desde el banquillo salieron jugadores como Unax o Manu Márquez, Eric Iglesias o el mismo Darío, un fijo en temporadas anteriores y que no salió hasta el minuto 70. 

Los locales fueron mejores en el tramo final, y pudieron incluso aumentar su renta, pero Eric Iglesias no acertó a introducir a la red un rechace desde el área pequeña. Habría sido el broche de oro a un debut casi perfecto. 

Con el pitido final, la sonrisa era la expresión facial más común entre todos los aficionados que fueron a ver el partido. Queda mucho y es solo un partido, pero lo que está claro es que la afición ha sentido un flechazo por este nuevo Dépor.