Fue aquella jugada la que cambió todo
16/02/2013 - 21:31
Tal vez lo más acertado habría sido señalar juego peligroso de Charles quedando así invalidada la pena máxima posterior. Si la acción de Razak (por supuesto evitable) es considerada como agresión cartulina roja o desconsideración al rival solo amarilla es entrar en el campo de la interpretación. El caso es que el propio Charles convirtió el lanzamiento desde los once metros y el resultado al término de los primeros 45 minutos fue 2-1.
Hasta entonces, el cuadro de Carlos Terrazas había estado poco menos que impecable. Normalmente los partidos empiezan con 0-0 pero este no. Este empezó con 1-0 puesto que a los 39 segundos, Javi Barral ya había perforado la meta de Esteban con un certero cabezazo a centro de Álvaro Antón en una falta lateral. Los morados dominaban y el Almería optaba por la vía de la paciencia cuando lograba obtener la posesión. Transiciones largas pero inocuas para la meta alcarreña.
No se había cumplido el minuto 20 cuando una buena acción de CF7 por el carril del 10 desembocó en el segundo tanto local, obra de Azkorra. Los almerienses parecían una marioneta en manos del cuadro deportivista. Antón hacía y deshacía a su antoja partiendo desde el centro y asociándose con los Jony, Jon Erice... y los visitantes se quedaban sin argumentos. Una jugada aislada de Iago Falqué finalizada por Charles desde el punto de penalti recordó al Escartín el inmenso potencial de los andaluces pese a la claridad del marcador. En pocas palabras, el partido estaba entretenido. Los de Javi Gracia tocaban desde atrás con Corona y Verza como brújula con especial mención para el duelo entre Jony y Soriano por la hegemonía en la medular. Pasado el ecuador del primer tiempo, el tremebundo arranque del Depor pudo cristalizar en el 3-0 pero el remate de Azkorra, a bocajarro, se topó con Esteban. Así fueron pasando los minutos hasta la ya manida acción del minuto 45. Descanso y el Escartín embravecido con Sesma López.
Mal día para ser portero
Esteban apenas realizó paradas; Razak se mostró visceral en una jugada intrascendente y Toño tampoco anduvo nada fino. Al menos pudo salvar, en colaboración con el travesaño un remate de Fernando Soriano que amenazaban con significar el empate. Pero falló poco después, a la media hora del segundo tiempo. Rafita inició jugada, después Iago Falqué la puso al corazón del área y ahí se la comió Toño, incapaz de atajar el cuero, dejando el balón muerto en boca de gol. Christian, que se había sumado al ataque, se tiró con todo y puso las tablas en el marcador.
Para entonces, los deportivistas ya habían notado una merma física debida a la inferioridad numérica. Se limitaban a esperar agazapados atrás pero apenas hilvanaban jugadas ofensivas. Erice y Vicente estaban fundidos y solo el criterio y la capacidad de aguantar balones de Antón ofrecía un respiro al Depor. En el bando contrario, Iago Falqué asumió mayor protagonismo en ese último cuarto de hora pero tampoco el Almería, que por cierto no demostró más que oportunismo, generaba peligro. De ahí al final, una buena ocasión para cada equipo, un cabezazo de Charles que se escapó lamiendo el poste y un disparo lejano de César Soriano sacado por un defensor rojiblanco sobre la línea de gol.