Garralda: Me daba igual partirme la pierna si podía aportar algo
19/09/2011 - 12:07
Foto: Lydia López
Más de uno se llevaría una buena sorpresa al ver calentando sobre la pista del San José a Mateo Garralda. El veterano lateral, renqueante de sus molestias en la rodilla izquierda, forzó para poder ayudar a su equipo en el derbi regional contra el BM Ciudad Encantada de Cuenca. El pasado jueves por la mañana el de Burlada era baja segura, pero las buenas sensaciones que percibió en las dos últimas sesiones de entrenamiento invitaron al navarro a debutar. Me preguntó Fernando Bolea que si podía jugar y es que me da igual partirme la pierna si puedo aportar algo al equipo. Ha sido en la segunda parte con el empate a 22 cuando he sentido un pinchazo en el abductor y me ha hecho pensar que podía ser algo más serio. Ya me había avisado y en el descanso me han vendado, destacaba el navarro al término de un partido.
Fallos tontos en defensa
El 24 del Quabit reconocía que hemos cometido muchos fallos tontos en defensa, de cambios, de cruces y algunos lanzamientos fáciles se iban al poste. Se nos ha juntado todo y así es difícil ganar. Nos tenemos que quedar con la sensación de pelea de ganas y de querer ganar, apuntaba el veterano lateral, quien continuaba lamentándose de la mala suerte en algunos balones que venían a la mano en momentos claves.
Evitar la ansiedad
Con la derrota en el derbi el Quabit encarrila su segunda derrota consecutiva después de la cosechada en la jornada inaugural en Vigo ante el Academia Octavio. Al ser preguntado por la posible ansiedad que podría generar en la plantilla el navarro comenta que los dos primeros resultados no han sido buenos y no hemos podido sacar ningún punto. El grupo está decepcionado pero sería un error que cundiera la ansiedad porque esto acaba de empezar.
Además de Garralda, que aportó al equipo en defensa, en el terreno ofensivo el montenegrino Rudovic estuvo soberbio, sobre todo en la primera mitad. El 22 del Quabit acabó el choque con nueve goles y fue una pesadilla para la defensa conquense. Zupo se vio obligado a buscar un revulsivo en la portería con la entrada del sueco Richard Kappelin, que sustituyó a un desacertado Álvaro de Hita. Además, el técnico navarro sacrificó al joven Juanjo para perseguir a Rudovic. El de Ciudad Real hizo mella en el rendimiento del montenegrino que en la segunda no tuvo tantas facilidades como en la primera. La defensa de Juanjo a Rudovic ha sido muy buena y le ha creado muchos problemas en la segunda parte, apuntaba el técnico del Ciudad Encantada Zupo Equisoain, quien también quiso valorar la vuelta de su amigo Mateo. Se le nota que aún le falta ritmo, no sabía si iba a jugar y al final lo ha hecho. Va aportar mucho a este equipo porque es un jugador muy peligroso y con experiencia, matizaba.