Gestesa vuelve a nadar para morir en la orilla
04/12/2010 - 23:43
Foto: Olga Delgado
En el fatídico minuto 3 de la primera parte el Gestesa encajaba dos goles consecutivos del colomense Héctor
Eso fue lo que pasó durante la primera parte en un Palacio Multiusos tan majestuoso como deprimente. Sin ambiente, sin ruido y sin el calor de aquella afición que erizaba el vello de los jugadores y revolucionaba sus pulsaciones. Alcarreños y catalanes salieron al igloo del Multiusos contagiados por el frío que hacía en el pabellón, tanto en temperatura como en ambiente. Aquello parecía un funeral, ni un ruido ni un tímido Gestesa se escuchaba en la grada, perfectamente se entendían las instrucciones que los jugadores se daban los unos a los otros. Era desolador. Y en un funeral, como es lógico, el protagonista siempre es el difunto y ese papel lo quiso coger desde el principio el Gestesa, que a los tres minutos ya había encajado dos goles que pesarían como una enorme losa. Héctor aprovechó un regalo defensivo en una jugada de córner mal defendida y otro error morado, tras buena asistencia de Rubén, puso el 0-2. Los de Andreu Plaza no habían hecho nada y prácticamente lo habían hecho todo. Y mientras, la afición y lo más preocupante los jugadores ni se inmutaban como resignándose de otra derrota. Pasó el tiempo y Santa Coloma era el único que estaba realmente concentrado y el frío no había congelado las piernas de sus jugadores. Los alcarreños reaccionaban con tímidos arreones. Cuando más achuchaba Gestesa recibió otro mazazo para prácticamente dejarlo en el sitio. Jordi Sánchez hacía el tercero de la tarde. Un minuto después Kensuke en una buena jugada colectiva morada, la mejor y quizá la única de la primera parte, acabó con un gol que por fin hizo que la afición gritara. Así llegaba el descanso con el 1-3 en el luminoso. Un resultado ciertamente injusto para los méritos de Gestesa. En la reanudación, los de Sánchez Rozas fueron otros. Incomprensible, pero cierto. A los siete minutos Juanillo la pegó fuerte y abajo e Igor se la tragó (2-3) y ya sonó, aunque parezca mentira, la primera bocina en el pabellón. Y después siguieron los cánticos de Gestesa, Gestesa. Aquello ya no era un funeral, parecía un partido de fútbol sala en Guadalajara. Quemó las naves Sánchez Rozas y arriesgó con mucho acierto. Sólo un error de Moi propiciaría un gol letal para los suyos. Julio lograba el cuarto. No quedaba otra que morir con las botas puestas y esas botas se las calzaron los jóvenes Velasco y Cristian que sacaron fuerzas de flaqueza para liderar la heroica morada, pero no fue posible a pesar del gol de Shota que confirmó una vez más que el Gestesa Guadalajara nadaría y nadaría para volver a morir en la orilla.