Gonzalo Ónega ya es historia en el Deportivo Guadalajara (AMPLIACIÓN)

Palabras de agradecimiento, emoción incontrolable y más de una lágrima. La despedida de Gonzalo Ónega como entrenador del Deportivo Guadalajara no dejó indiferente a ninguno de los presentes en una abarrotada sala del prensa del Pedro Escartín.

Su marcha se intuía tras las pinceladas que plasmó en su última comparecencia pública tras el partido frente al Mensajero, pero hasta este viernes no ha sido oficial la salida del de Bolaños de Calatrava. Y en esa despedida el técnico ha estado arropado por el presidente de del club, Carlos Ávila; el director ejecutivo, Hernán García; el vicepresidente y director deportivo, Lautaro Ruiz, que le acompañó en la mesa de la sala de prensa; el capitán del equipo, Javier Ablanque y el delegado, Daniel Leceta, entre otros.

“Uno sabe cuando se ha terminado un ciclo. Es una sensación que tenía en los últimos partidos y que comuniqué al club tras el del Mensajero”, explicaba el técnico de Bolaños de Calatrava.

“Solo hay dos cosas que un entrenador puede hacer después de haber pasado cuatro temporadas en un club, pedir perdón y ser agradecido a todas las personas que han compartido conmigo este viaje y me han permitido vivir esta experiencia”. Así comenzaba Ónega la lectura de su carta de despedida. Con la voz quebrada, lágrimas en los ojos y teniendo que hacer varias interrupciones para tomar aliento.

Ónega alabó la labor de los directivos del club –“da gusto trabajar a gente que le gusta su trabajo”, dijo–, a sus jugadores “que me han hecho mejor entrenador” y a la afición “por ser siempre tan exigentes; habéis hecho mejor al Dépor”. De igual forma trasladó su sincero agradecimiento al resto del cuerpo técnico, a todos los trabajadores del club y a los medios de comunicación.

“El Dépor me ha enseñado que un buen propietario necesita un buen director deportivo y éste necesita un buen entrenador. Si alguna de estas tres patas falla, es tirar una moneda al aire”, destacó y añadió que “éxito es haber empezado y terminando cada temporada con educación, respeto y unión entre jugadores, cuerpo técnico y club y esto es lo que ha permitido el éxito deportivo”.

“Lo mejor de la vida es tener expectativas altas y que éstas se superen y el Dépor las ha superado”, concluía el míster la lectura de su carta.

Un amplio palmarés
El técnico llegó al Deportivo Guadalajara el 25 de noviembre de 2020 para sustituir al ‘Mono’ Navarro Montoya. Era su primera experiencia como entrenador de un equipo senior y aterrizaba en un momento difícil para el club, en plena pandemia. Desde entonces, Gonzalo Ónega ha dejado una huella que perdurará en la historia morada siendo el primer entrenador en el club en ganar una liga a nivel nacional en 75 años de historia y logró también el  tan ansiado ascenso de categoría.

En su primera temporada clasificó al equipo para disputar el play-off de ascenso a la recién creada Segunda RFEF, en el que el Dépor cayó en la primera eliminatoria. La temporada siguiente y bajo la responsabilidad de liderar al equipo en su 75 aniversario, hizo una liga prácticamente perfecta realizando un fútbol al alcance de muy pocos. Su trabajao permitió a la ciudad tener fútbol nacional de nuevo.

En la vuelta a la actual Segunda RFEF, el equipo no logró tener la regularidad en la nueva y exigente categoría, y fruto de lo cual, recompensa final en ambas temporadas ha sido la permanencia.

Quedará en el recuerdo la participación en la Copa del Rey, con noches mágicas contra la Ponferradina y Elche y con un Pedro Escartín a reventar, vestido de gala de una manera que no se veía desde hacía mucho tiempo, con otros llenos como el partido de liga frente al filial del Atlético de Madrid la temporada pasada o frente al Numancia hace un mes.

Gonzalo Ónega se ha convertido en el tercer entrenador con más partidos dirigidos en la historia del club con 134 partidos oficiales, quedándose a tan solo dos del segundo y solo superado por Adolfo Ruiz de Agustín (136 encuentros) y Lorenzo Calleja, que lidera esta clasificación con 203 partidos. 

El futuro en el banquillo 
Mientras Ónega reconoció no tener aún destino para la próxima temporada, aunque avanzó que sí le gustaría seguir entrenando, en el club morado ya están manos a la obra para buscar el nuevo director del barco. De momento, en palabras del vicepresidente, Lautaro Ruiz, “aún no hay nada concreto”.enso y eliminar a un Segunda División y enfrentarse por primera vez en la historia del club a un Primera. Son alguno de los logros y éxitos logrados por un entrenador que, desde ya, es historia del Dépor.