Inesperadas tablas del Quabit ante el colista

Al Quabit le costó demasiado, entrar en el partido. Los alcarreños no estaban a gusto, ni en defensa, donde el Puerto Sagunto encontraba huecos con facilidad, ni en ataque, donde regalaban balones a los rivales. Tampoco estaba acertado en la portería Jorge Gómez. Así los levantinos que endosaron de salida un 0-3 llegaron a mantener esa renta en varias fases de la primera parte (1-4, 2-5). Y es que el Puerto Sagunto estaba ofreciendo una estadística casi inmaculada en ataque. Todo lo que creaba, prácticamente lo convertía en gol. Por su parte, el Quabit, erraba incluso contraataques claros. Sin embargo, seguía metido en el partido. Las acciones de Fontenla o Rudovic le acercaban en el marcador. Hasta que despertó Jorge Gómez. El joven guardameta hizo tres paradas consecutivas que sus compañeros transformaron en el 10-9. El Quabit se ponía por primera vez por delante. Parecía que iba a ser el arreón definitivo y que el Puerto Sagunto iba a bajar los brazos y más con el 12-9 que ponía en el marcador Edu Reig. Pero no fue así, el cuadro de Alberto Estornell, era consciente de lo que mucho que se jugaba en Guadalajara y volvió a apretar el marcador para firmar las tablas al descanso (13-13). Todo quedaba por decidir en la segunda mitad.

Comenzó la segunda parte con los alcarreños prolongando unos minutos el descanso. Así, el Puerto Sagunto se puso con el 15-17 en una acción de Latorre. Volvían los visitantes a ponerse por delante y a comandar el marcador. Tocaba de nuevo la remontada y sobre todo, tocaba desperezarse. Un gol desde los siete metros de Fontenla y una buena acción a la contra de Castellá devolvieron las tablas (17-17), que se rompieron rápidamente con el gol de Sifré. El partido seguía igualado, pero no lo veía bien Fernando Bolea que pidió tiempo muerto a los 9 minutos. Tenía que insuflar en sus jugadores ese punto de coraje que no se había visto. Y lo asumieron sus jugadores, pero en el juego hay otros factores que no te dejan actuar como te gustaría. Así, el Quabit se empezó a topar con la madera de la portería contraria y sobre todo con David Bruixola, el jefe de esa puerta que permitía con sus intervenciones que sus compañeros corrieran y corrieran y que disparasen el marcador en un angustioso 18-22. Los levantinos habían firmado un parcial de 1-5 casi sin despeinarse y Bolea sumaba su segundo tiempo muerto.

El partido se estaba complicando muchísimo para un Quabit que no encontraba la fórmula de la reacción. Un gol de Javi Parra en su primera intervención en el partido y otro posterior de Epeldegui, dieron alas a los de Guadalajara. El público también despertó y ese 20-22 indicaba que la remontada estaba cerca. Más aún después del tanto desde el extremo de Fontenla (muy acertado en todo el partido) y ponía el 21-22. Pese a que el Puerto Sagunto aumentó la diferencia con dos tantos más (21-23), el Quabit quería demostrar en la cancha que éste era el partido de la temporada, como habían anunciado durante la semana. Y llegó la reacción alcarreña. “Resistencia” de Ska-p, sonaba por la megafonía del Multiusos y el Quabit se armó de coraje, ese que le había faltado durante buena parte del encuentro. Fontenla desde los siete metros, una gran parada de Oliva, el tanto de 'Tibu' Valles y la acción de veteranía de Mateo Garralda dieron la vuelta al marcador (25-24). El cuadro de Bolea volvía a estar por delante, pero lo más importante, las sensaciones eran bien distintas. El público estaba ya entregado, disfrutaba con un equipo que había despertado y que se demostraba que merece un hueco importante en la Asobal.

A falta de dos minutos Rudo perdía el ataque de su equipo y Garralda paraba el contraataque visitante, con una falta que llevó acarreada la exclusión. Los minutos decisivos no iba a estar con su equipo. El penalti lo lanzó Latorre y Oliva poco pudo hacer. 25-25. Con un hombre menos, el Quabit tenía que afrontar el último minuto y medio. Cada acción, cada pase, cada decisión valía su peso en oro. El lanzamiento de Rudovic era detenido por Bruixola y a falta de 30 segundos con el 25-25 el técnico del Puerto Sagunto solicitaba tiempo muerto. Se jugaba una última acción que podía valer un partido y dejar con un hilo de ilusión a su equipo para la recta final de la competición. Al Quabit le tocaba defender a muerte. La afición era consciente de ello y se convirtió en el jugador que le faltaba en la cancha. Sin embargo, el Puerto Sagunto agotó la posesión -buena defensa alcarreña- y con el reloj a cero, Moya dispuso de un golpe franco, pero la barrera del Quabit blocó el lanzamiento. Empate final.