Íñigo Olalla: "Ahora me tocará disfrutar del Marchamalo como socio"

 

Una etapa se cierra en el Club Deportivo Marchamalo, ya que el que ha sido su presidente en las dos últimas temporadas, Íñigo Olalla, anuncia que no seguirá. En la próxima asamblea del club, que tendrá lugar el 27 de mayo, el joven directivo convocará elecciones con el fin de que se pueda conocer pronto el nombre de su sustituto, algo que no está claro de momento. Al todavía máximo dirigente de la entidad deportiva le quedará el recuerdo, según sus propias palabras, de una experiencia “difícil, pero muy bonita”.

Olalla explica los motivos de su decisión, que justifica por cuestión de ‘agenda’: “La temporada que viene no podría dedicarle el tiempo que merece, ya me ha costado mucho hacerlo en esta última temporada. Es mejor dejar paso a otros”.

La sucesión no parece clara en la entidad deportiva ‘verdilla’, como indica el aún presidente: “Nadie quiere tirar hacia delante. Tengo que convocar elecciones... y a ver si se presenta alguien. Espero que la gente se anime, la presidencia de un club es una experiencia costosa pero muy bonita”. Quizás el futuro pase por un gobierno compartido, una de las posibilidades que se estudian: “No sé si la solución será una junta gestora”.

De su experiencia como máximo dirigente del Marchamalo señala que en el plano personal “me ha servido como un inicio, por estar al frente de una institución tan grande. Ha sido una experiencia muy positiva”. No todo ha resultado fácil, está claro: “La situación económica ha sido muy difícil, cuando entré en la junta directiva hace cuatro años había un presupuesto diferente al actual... pero el club ha seguido adelante”.

A Olalla le queda también la anécdota de haberse convertido en el presidente más joven, pues cuando se hizo cargo del Marchamalo no había siquiera cumplido la treintena: “Estoy muy orgulloso de esa situación, son circunstancias que se dan. Se está acostumbrado a ver a gente más mayor en un cargo así, pero he tenido la suerte de tener al lado a una junta directiva que me ha apoyado. Fuimos un equipo y nos compenetramos muy bien, todas las decisiones se tomaron de manera democrática”.

 

Desde ahora a Íñigo Olalla le tocará ‘ver los toros desde la barrera’, pues también dejará la junta directiva, y muy pronto pasará a ser un aficionado más del conjunto gallardo. Continuará vinculado al club... aunque de una manera muy diferente: “Seguiré siendo socio. A disfrutar del Marchamalo, que es el equipo de mi pueblo y el equipo que quiero”.