Insulsa victoria del Quabit BM en su peor partido de pretemporada
01/10/2010 - 09:45
Por: JORGE SÁNCHEZ. GUADALAJARA
BALONMANO LIGA ASOBAL
Los alcarreños estuvieron faltos de intensidad en defensa
Quizá haya sido el peor partido de la pretemporada del Quabit BM Guadalajara, pero curiosamente se llevó la victoria. Un triunfo ficticio ante un rival de Asobal que no ofreció su mejor nivel, muy castigado por los colegiados, que para ser un amistoso tuvieron excesivo trabajo.
Los de Fernando Bolea se mostraron apáticos, sin intensidad y con muchas lagunas defensivas, aún así, en ataque, supieron aprovechar sus ocasiones para brindar el primer triunfo de la pretemporada a su afición.
El choque comenzó bien para los intereses alcarreños, el acierto en el siete metros le daba una renta de dos goles que minutos más tarde no supo aguantar porque el Toledo no tardó en darle la vuelta a la tortilla. La empanada del Quabit era considerable y eso obligó a Bolea a pedir tiempo muerto y frenar el desaguisado. Mano de santo porque el maño hizo que su equipo reaccionara para en el ecuador de la primera mitad ponerse por delante de nuevo (11-9). Esa renta de dos goles la supo manejar aunque al descanso la diferencia era mínima (15-14).
En la reanudación, los dos estuvieron muy flojitos. Nadie quería ponerse por delante y las diferencias en el luminoso eran simbólicas, de apenas un gol. Fue en la recta final del choque cuando el Quabit estuvo más acertado de cara a gol, quizá propiciado por las constantes exclusiones del Toledo, que llegó a Guadalajara muy tocado y con hombres importantes en el dique seco.
Los siete metros al final fueron decisivos y en esa suerte Coque y Reig son prácticamente infalibles. Al final, 31-28 en un partido que fue muy pobre.
El choque comenzó bien para los intereses alcarreños, el acierto en el siete metros le daba una renta de dos goles que minutos más tarde no supo aguantar porque el Toledo no tardó en darle la vuelta a la tortilla. La empanada del Quabit era considerable y eso obligó a Bolea a pedir tiempo muerto y frenar el desaguisado. Mano de santo porque el maño hizo que su equipo reaccionara para en el ecuador de la primera mitad ponerse por delante de nuevo (11-9). Esa renta de dos goles la supo manejar aunque al descanso la diferencia era mínima (15-14).
En la reanudación, los dos estuvieron muy flojitos. Nadie quería ponerse por delante y las diferencias en el luminoso eran simbólicas, de apenas un gol. Fue en la recta final del choque cuando el Quabit estuvo más acertado de cara a gol, quizá propiciado por las constantes exclusiones del Toledo, que llegó a Guadalajara muy tocado y con hombres importantes en el dique seco.
Los siete metros al final fueron decisivos y en esa suerte Coque y Reig son prácticamente infalibles. Al final, 31-28 en un partido que fue muy pobre.