Javi Suárez, a la cuarta también fue la vencida

Al veterano central del Rayet BM le cuesta describir todo lo vivido en la fase de ascenso. “Ha sido muy especial porque después de estar tanto tiempo en el mismo club –Alcobendas– revivir esas sensaciones en otro ha sido especial. El grupo, un equipo joven, me ha acogido de maravilla y les estoy muy agradecido. El ambiente ha sido extraordinario y la forma de conseguir el ascenso ha sido tremenda con esa carga de dramatismo que le dio la tanda de penaltis. La alegría en el vestuario es indescriptible porque el deporte sin sufrimiento no es lo mismo”, comenta el madrileño.
El director de una orquesta tan afinada como la del Rayet BM reconoce que lo pasó fatal después de errar el primer siete metros de la tanda. “Lo pasé fatal hasta que Andrés –Epeldegui– no marcó el gol del ascenso. Me sentía mal, pero sabía que íbamos a ganar porque tenemos al mejor portero de la categoría –Jorge Oliva–. Cuando Andrés levantó el puño antes de lanzar me di la vuelta y fijé la mirada en la afición de Pozoblanco, cuando vi sus caras y eché a correr ya había una montaña de jugadores y aficionados encima de Epeldegui. Fue una descarga de adrenalina. Una explosión de alegría increíble. Nunca había visto una ciudad tan volcada con el balonmano”, apunta el ‘17’ del Rayet BM.
Suárez, que a sus 32 años es el segundo jugador más veterano del Rayet BM por detrás de Demovic –34 años–, hizo valer su experiencia en una fase de ascenso donde se genera mucha presión. “Organizar la fase genera mucha tensión y presión. En el aspecto anímico presiona mucho y la semana estaba siendo dura, entonces se me ocurrió para motivar más a los chicos mandarles el monólogo de una película que me gusta mucho Un domingo cualquiera con el gran Al Pacino. Creo que fue muy útil porque en el vestuario lo estuvimos comentando y vi a la gente enchufada”, comenta el central.
También buscando la motivación de la plantilla para la gran cita, Bolea y los suyos pudieron leer los recortes de prensa de Deportivo Nueva Alcarria y ver las fotos de la fase de ascenso a Asobal en León en la temporada 1992-93 en la que el Club Balonmano Guadalajara, liderado por Antonio Román

• actual alcalde de la ciudad- consiguió el ascenso de categoría. Las fotos y los recortes de prensa acompañaron a los héroes del Rayet BM en el vestuario.

Evitar un “suicidio”
Suárez con una dilatada experiencia en Asobal ya piensa en el futuro y admite que “aún me queda mucha batalla por dar y espero que sea en Guadalajara. Es importante mantener el bloque, si no el 100%, al menos el 80%, pero quienes mejor saben lo que deben hacer son el entrenador y el director deportivo. Considero que sería un suicidio deportivo y económico cambiar a todo el equipo. No es necesario. Además creo que con un par de refuerzos o sin ellos este equipo podría mantenerse perfectamente en Asobal”, concluye.