Inter Movistar jugará la final de la Copa de España

Comenzó el Burela asustando, no por la posesión de balón, que era en los primeros minutos del Inter, ni por las ocasiones, que también las ponían los de Jesús Velasco, sino por la efectividad en ataque. Y es que los dos primeros lanzamientos a puerta de los lucenses se convirtieron en sendos goles. Se había agotado la mitad de la primera parte y los tantos de Chino y del canterano Hélder daban una aparente cómoda ventaja al Burela, lo que obligó a Velasco a solicitar su tiempo muerto. Tras el minuto, el Inter salió con otra marcha, más concentrado, con hambre de victoria. Así, en dos minutos ya había igualado la contienda, primero desde la estrategia, al culminar Ortiz un saque de falta y después con el tanto de Rafael tras un pase medido de Ricardinho. Al Burela le costaba reaccionar y su técnico Daniel Ibañes optó por el portero-jugador cuando aún quedaban cuatro minutos para el descanso. Fue una decisión que provocó el gol del portero interista, Jesús Herrero, desde su área. Después, Borja se encontraba con un balón en el área de Edu y lo transformaba en el 2-4 con el que se cerró el primer acto.

Burela había aguantado bien al gran favorito para hacerse con el trofeo, pero en un abrir de cerrar de ojos se complicó el partido. Comenzó la segunda mitad con el cambio en la portería del Inter. Jesús Herrero, con molestias dejaba su puesto a Álex González, ex del Burela, mientras que en el cuadro gallego, la mala noticia llegaba con la lesión de Isi. El cierre cordobés probó algunos minutos, pero tuvo que retirarse; el Burela perdía a uno de sus baluartes en defensa. Sin embargo, cuando parecía que lo tenía todo más difícil llegó el momento de Iago Míguez. El lucense probó primero los reflejos de Álex González y después anotó el tercer gol para su equipo al rematar un corner que había lanzado Antoñito. El Burela se metía en el partido y se creía en la remontada, más aún cuando Rivillos mandaba fuera un lanzamiento de penalti.

Quedaban 12 minutos y el Burela solo estaba un gol por debajo, aunque tres minutos después llegaba el cuadro de Daniel a su quinta falta y unos instantes después la sexta, algo dudosa, que provocó el lanzamiento de diez metros de Ricardinho que detuvo Álex y el rechace que empalmaba de nuevo el portugués se estrelló contra el poste. Estaba aguantando Burela y la suerte estaba de su lado. Aunque un despiste en la marca en un lanzamiento de banda sirvió para que Cardinal pusiera el quinto para Inter. Los últimos tres minutos Burela actuó con el portero-jugador, pero no pudo perforar la puerta contraria. El que sí lo hizo fue Ricardinho desde el doble penalti, para dejar el definitivo 3-6.