Junta y FEMPCLM organizan una jornada formativa para la gestión de los residuos de comida en los municipios
Azuqueca de Henares ha acogido en la mañana de hoy una Jornada Formativa sobre Gestión Municipal de Biorresiduos, en la que han participado técnicos/as y responsables de distintos Ayuntamiento de la provincia, centrada en poner luz sobre los retos y las oportunidades que surgen en torno a esta tipología de residuos y sobre la necesidad de informar e implicar a todas las cadenas gestoras, entre ellas a la propia ciudadanía.
La jornada ha sido organizada por el Gobierno regional, a través de la Consejería de Desarrollo Sostenible, y por la Federación de Municipios y Provincias de Castilla-La Mancha (FEMPCLM), con la colaboración del Ayuntamiento de Azuqueca de Henares.
En la inauguración y presentación de esta jornada han estado el delegado de la Junta en Guadalajara, José Luis Escudero; la directora general de Economía Circular y Agenda 2030, Esther Haro; el delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Rubén García; el alcalde de Azuqueca de Henares, Miguel Óscar Aparicio, y el secretario general de la Federación de Municipios y Provincias de Castilla-La Mancha, Fermín José Cerdán.
Escudero ha recordado que esta tarea de buena gestión en este tipo de residuos, que son los que hay que depositar en el contenedor marrón, “es algo compartido entre todos y todas”. “Este contenedor está dando buenos resultados” y ha abundado en la importancia de una buena “comunicación ambiental”, en que hay que “trasladarlo a la ciudadanía”. De hecho, el delegado de la Junta ha situado en un 40% del total de los residuos que van a las bolsas de basura en cada domicilio el correspondiente a estos biorresiduos, entre ellos la comida y sus restos que tiramos.
Por su parte, la directora general de Economía Circular y Agenda 2030 ha subrayado las tres patas que deben operar de forma coordinada en la gestión de estos residuos: la administración pública, los generadores de servicios y productos -las empresas- y la mencionada ciudadanía, “que es el primer escalón”, ha recordado. “Tenemos que ser capaces”, según Haro, de hacer llegar el mensaje también a las empresas para que “implementen medidas, dentro de lo posible, para contribuir a propiciar este modelo de gestión sostenible”, pues, además, genera ahorro y desarrollo económico. El residuo orgánico “contribuye a generar un modelo de riqueza”, pues es en sí, una vez se reconvierte, una “materia primera” capaz de crear energía en forma de biogás.
El alcalde azudense, Miguel Óscar Aparicio, se ha referido a la necesidad de mejorar en en la recogida de este tipo de residuos. "Necesitamos una mayor eficacia en la recogida para poder reutilizar, para reducir al tiempo los materiales que llegan a los vertederos y plantas y porque, además, esta es una actividad que genera empleo", ha dicho el regidor, que también ha destacado los efectos positivos del reciclado sobre el medio natural al reducir las emisiones de CO2 y combatir el cambio climático. En este sentido, Aparicio ha hecho referencia a la necesidad de "sensibilizar a la ciudadanía para gestionar mejor y facilitar la reutilización de los biorresiduos, que todavía suponen una asignatura pendiente en el reciclado".
A lo largo de esta jornada se han analizado varios casos de éxito en la gestión de estos biorresiduos, con la intención de que, si cabe, se puedan extrapolar a la gestión municipal, a través de los propios Ayuntamiento o de mancomunidades que abarquen un número de ellos.