La ascensión al temido Angliru despejará muchas dudas en la Vuelta
01/10/2010 - 09:45
Por: Redacción
CICLISMO VUELTA A ESPAÑA
Se puede, pero no se debe de decir, que Alberto Contador duerme con su enemigo, Levi Leipheimer, el amigo americano que le aventaja en 18 segundos en la general. Tal y como se encuentra la carrera, el medallista olímpico en la contrarreloj de Pekín aparece como el rival más serio del gran favorito para poder ganar la Vuelta.
Lo normal es que Astana realice una labor de equipo, juegue con sus posibilidades de dejar la carrera sentenciada, que son muchas, y aseste un golpe definitivo a la Vuelta.
Lo que más llama la atención de las dos etapas que van a tener por escenario Asturias es la subida a El Angliru, este sábado. Es lo más espectacular, la etapa reina. Hará más daño la segunda jornada en las montañas asturianas, en Fuentes de Invierno, con muchos esfuerzos acumulados.
Estamos presenciando una Vuelta a España especial, en la que una contrarreloj, en Ciudad Real, y dos finales en montaña, han hecho menos por la general que la etapa que finalizó en Suances. Lo que podamos ver entre El Angliru y Fuentes de Invierno va a depender, primero, de los corredores, y luego de la meteorología. Si llueve, las carreteras asturianas se pondrán muy peligrosas. Si hace buen tiempo, las tácticas serán otras.
Unas tácticas, no nos engañemos, que afectarán a tres equipos. Las demás formaciones tendrán que soportar lo que les llegue. Hablamos de Astana, Caisse d Epargne y Euskaltel, porque el CSC de esta Vuelta a España, salvo algunos corredores, no está para muchas alegrías.
El estreno asturiano nos llevará hasta El Angliru. No veremos las mismas ascensiones que cuando ganaron Roberto Heras (2002), José María Jiménez (1999) y Gilberto Simoni (2000). Los puertos de Ortigueiro (3), Arnicio (1), Colladona (1) y Cordal (1) serán un aperitivo antes de El Angliru.
Son subidas cortas de kilometraje, pero explosivas, en las que los escaladores se encontrarán ante un terreno ideal.
El Angliru, con sus 12,2 kilómetros, es el más largo de todos esos puertos. Con una pendiente máxima del 23,5% y una mínima del 10,3%, es de los puertos en los que puede pasar de todo.
No hay descensos muy pronunciados, pero sí peligrosos. Arnicio, Colladona y Cordal oscilan entre los 8,5 y los 5,5 kilómetros de subida, con porcentajes medios del 7,2% al 8,9%.
Y el domingo, de despedida, otros seis puertos. Los tres primeros, Padrun, San Tirso y San Emiliano, son de tercera categoría. La Colladona y La Colladiella, de primera, ya con otra cosa. Faltará la llegada a San Isidro, con 13,4 kilómetros al 6,1% de pendiente media y con un 8% de pendiente máxima.
En una carrera en la que mandan los escaladores -todos los que están en las primeras posiciones lo son, salvo Egoi Martínez y Levi Leipheimer-, los pequeños detalles pueden resultar decisivos.
Carlos Sastre, cuarto en la general, se meterá en el podio. Cuando le preguntas por Alberto Contador y lo que pasó en La Rabassa, lo analiza con frialdad: O se puso nervioso, o no utilizó bien su equipo. Perdió una oportunidad importante de descartarme totalmente para la general y no lo hizo. No sé si va a tener una ocasión igual. Yo cada día voy un poco mejor.
De los corredores que al salir de Granada contaban para la general, el único descolgado es Valverde, que tampoco quiere descartarse totalmente, bien por dignidad, o porque realmente piensa en sus opciones. Estoy a dos minutos del podio y en las dos etapas que vienen, eso no es tiempo, ni para perder, ni para ganar. Antes de pensar en hacer nada quiero ver mi situación en la carrera. Para poder ganar la Vuelta todo se me ha complicado mucho. Valverde ha recuperado la sonrisa. Habla de utilizar un 38-29 en El Angliru: También hay que pensar en los puertos anteriores. A ver si de tanto pensar en el final se nos olvida lo que hay antes.
Contador: Los demás deberán atacar
Alberto Contador sabe que empieza a jugarse una carrera que no va a tener retorno. La situación de la carrera le favorece: La Vuelta la veo muy bien. Estoy respondiendo sin problemas. Mis rivales están por detrás en la clasificación. Si no fallo, son dos etapas que me deben venir muy bien, al menos para no perder tiempo. Son otros los que están obligados a probarme.
La llegada a El Angliru debe de marcar un antes y un después en la Vuelta: Es una buena etapa para que los escaladores más puros, Igor Anton y yo, podamos marcar diferencias, frente a corredores que son menos explosivos y lo pasan peor en la alta montaña. Es una llegada complicada en la que depende del tiempo y del ritmo al que vaya la prueba se podrán lograr más o menos diferencias. No sé si se producirán muchas diferencias entre los que van delante en la general. Lo que sí veremos es un buen espectáculo.
Contador sabe que se encuentra en una posición privilegiada, por lo que no quiere hacer ningún tipo de cálculo: Lo más importante es que nadie me saque tiempo. Si se dan las condiciones idóneas y yo puedo sacarlo, mejor, pero no me he marcado ninguna meta en concreto.
El pinchazo sufrido por Valverde en Suances le está despejando el camino de rivales: Los principales rivales ahora son Sastre, Mosquera, Igor Anton, Leipheimer. Valverde lo tiene muy difícil, pero con dos etapas como las que vienen no se puede descartar a nadie, avanza el favorito.
Lo que más llama la atención de las dos etapas que van a tener por escenario Asturias es la subida a El Angliru, este sábado. Es lo más espectacular, la etapa reina. Hará más daño la segunda jornada en las montañas asturianas, en Fuentes de Invierno, con muchos esfuerzos acumulados.
Estamos presenciando una Vuelta a España especial, en la que una contrarreloj, en Ciudad Real, y dos finales en montaña, han hecho menos por la general que la etapa que finalizó en Suances. Lo que podamos ver entre El Angliru y Fuentes de Invierno va a depender, primero, de los corredores, y luego de la meteorología. Si llueve, las carreteras asturianas se pondrán muy peligrosas. Si hace buen tiempo, las tácticas serán otras.
Unas tácticas, no nos engañemos, que afectarán a tres equipos. Las demás formaciones tendrán que soportar lo que les llegue. Hablamos de Astana, Caisse d Epargne y Euskaltel, porque el CSC de esta Vuelta a España, salvo algunos corredores, no está para muchas alegrías.
El estreno asturiano nos llevará hasta El Angliru. No veremos las mismas ascensiones que cuando ganaron Roberto Heras (2002), José María Jiménez (1999) y Gilberto Simoni (2000). Los puertos de Ortigueiro (3), Arnicio (1), Colladona (1) y Cordal (1) serán un aperitivo antes de El Angliru.
Son subidas cortas de kilometraje, pero explosivas, en las que los escaladores se encontrarán ante un terreno ideal.
El Angliru, con sus 12,2 kilómetros, es el más largo de todos esos puertos. Con una pendiente máxima del 23,5% y una mínima del 10,3%, es de los puertos en los que puede pasar de todo.
No hay descensos muy pronunciados, pero sí peligrosos. Arnicio, Colladona y Cordal oscilan entre los 8,5 y los 5,5 kilómetros de subida, con porcentajes medios del 7,2% al 8,9%.
Y el domingo, de despedida, otros seis puertos. Los tres primeros, Padrun, San Tirso y San Emiliano, son de tercera categoría. La Colladona y La Colladiella, de primera, ya con otra cosa. Faltará la llegada a San Isidro, con 13,4 kilómetros al 6,1% de pendiente media y con un 8% de pendiente máxima.
En una carrera en la que mandan los escaladores -todos los que están en las primeras posiciones lo son, salvo Egoi Martínez y Levi Leipheimer-, los pequeños detalles pueden resultar decisivos.
Carlos Sastre, cuarto en la general, se meterá en el podio. Cuando le preguntas por Alberto Contador y lo que pasó en La Rabassa, lo analiza con frialdad: O se puso nervioso, o no utilizó bien su equipo. Perdió una oportunidad importante de descartarme totalmente para la general y no lo hizo. No sé si va a tener una ocasión igual. Yo cada día voy un poco mejor.
De los corredores que al salir de Granada contaban para la general, el único descolgado es Valverde, que tampoco quiere descartarse totalmente, bien por dignidad, o porque realmente piensa en sus opciones. Estoy a dos minutos del podio y en las dos etapas que vienen, eso no es tiempo, ni para perder, ni para ganar. Antes de pensar en hacer nada quiero ver mi situación en la carrera. Para poder ganar la Vuelta todo se me ha complicado mucho. Valverde ha recuperado la sonrisa. Habla de utilizar un 38-29 en El Angliru: También hay que pensar en los puertos anteriores. A ver si de tanto pensar en el final se nos olvida lo que hay antes.
Contador: Los demás deberán atacar
Alberto Contador sabe que empieza a jugarse una carrera que no va a tener retorno. La situación de la carrera le favorece: La Vuelta la veo muy bien. Estoy respondiendo sin problemas. Mis rivales están por detrás en la clasificación. Si no fallo, son dos etapas que me deben venir muy bien, al menos para no perder tiempo. Son otros los que están obligados a probarme.
La llegada a El Angliru debe de marcar un antes y un después en la Vuelta: Es una buena etapa para que los escaladores más puros, Igor Anton y yo, podamos marcar diferencias, frente a corredores que son menos explosivos y lo pasan peor en la alta montaña. Es una llegada complicada en la que depende del tiempo y del ritmo al que vaya la prueba se podrán lograr más o menos diferencias. No sé si se producirán muchas diferencias entre los que van delante en la general. Lo que sí veremos es un buen espectáculo.
Contador sabe que se encuentra en una posición privilegiada, por lo que no quiere hacer ningún tipo de cálculo: Lo más importante es que nadie me saque tiempo. Si se dan las condiciones idóneas y yo puedo sacarlo, mejor, pero no me he marcado ninguna meta en concreto.
El pinchazo sufrido por Valverde en Suances le está despejando el camino de rivales: Los principales rivales ahora son Sastre, Mosquera, Igor Anton, Leipheimer. Valverde lo tiene muy difícil, pero con dos etapas como las que vienen no se puede descartar a nadie, avanza el favorito.