La cantera del BM Guada, con la mirada puesta en Asobal

02/02/2015 - 17:08 Alberto Moreno

El BM Guadalajara agota el tramo final de su pretemporada invernal. La ausencia de los internacionales brasileños en estos días ha abierto las puertas del primer equipo a los canteranos. Daniel Sedano, Nacho Leceta y Pablo Simón son el futuro del balonmano morado.
Diez equipos entre las categorías alevín y senior y cerca de 150 jugadores. Son los números que presenta el BM Guada, club federado en Madrid, vinculado al conjunto alcarreño de Asobal y que trabaja la cantera morada. Durante toda la temporada son varios los jugadores del BM Guada que entrenan con el primer equipo, realizando un trabajo que ahora, con la pretemporada invernal ha aumentado. La ausencia de los tres internacionales brasileños en el BM Guadalajara y las lesiones de otros jugadores, han abierto las puertas del conjunto de César Montes para unos jóvenes que sueñan con dar el salto algún día a la primera competición nacional. Daniel Salgado, Nacho Leceta –ambos juveniles– y Pablo Simón –cadete– son algunas de las promesas alcarreñas que han contado ya con varios minutos con el primer equipo, eso sí, siempre en partidos amistosos.

Los tres son fijos en las convocatorias de las selecciones de Madrid. Salgado y Leceta, ha firmado recientemente un cuarto puesto nacional con el combinado juvenil y Simón ha sido campeón de España, con la selección cadete. “Ha sido mi primer año y sabíamos que Cataluña tenía mejor equipo, pero llegamos a la final, pensando que teníamos que hacer nuestro trabajo y tras una prórroga ganamos por dos goles y somos campeones de España”, recuerda Pablo quien aportó en esa intensa final dos goles a la victoria de Madrid. Los tres no solo han compartido entrenamientos con los jugadores de César Montes, sino que han tenido también minutos en los amistosos de esta pretemporada. “Entrenar con jugadores de Asobal te hace crecer mucho. Es una oportunidad importante estar al lado de gente de tanto nivel. Además, ésta es una plantilla muy corta y trabajamos mucho en los entrenamientos”, avanza Sedano.

Nacho Leceta coincide con él y analiza que “en Guadalajara el equipo tiene mucho nivel y te enseña cosas que no ves en otros equipos. Además, el entrenador se preocupa y te tiene en cuenta y eso se valora mucho”. Para los tres canteranos, la llegada al balonmano casi fue por casualidad. Ambos, se iniciaron en sus colegios –en el caso de Dani y Nacho, animados por el padre de éste último, antiguo practicante de este deporte–. Ahora, esperan seguir caminando y ver el fruto al trabajo en forma de una ficha en la máxima categoría. “Ya que dedicas tantos años de tu vida a este deporte y es lo que te gusta, la idea es hacerlo algún día en Asobal y si puede ser en el equipo de tu ciudad, mucho mejor”, explica Dani Sedano, aunque apunta que “lo primero, eso sí, son los estudios, pero la idea sigue siendo jugar en Asobal”. Mientras, Nacho Leceta argumenta que “me gustaría llegar a Asobal, pero con calma. En España no te puedes dedicar al balonmano y por eso le doy mucha importancia a los estudios. Claro que me gustaría jugar en Guadalajara en la máxima categoría, pero es complicado, aunque estoy trabajando para ello”.

Sedano, Leceta y Simón, además de Diego Oliva, Adrián Eceolaza o Chema Celada –éstos en el equipo de Segunda Nacional– junto a Javier Solanas, en juvenil, son los canteranos que han tenido la oportunidad de ponerse a las órdenes de César Montes en este curso. Siempre he estado viendo a los equipos desde pequeño y soñaba con estar ahí, con los jugadores de Asobal. Ahora he estado en algún entrenamiento y también he jugado en el amistoso contra Zamora, para mí es algo muy ilusionante y que me motiva para seguir trabajando”, explica el cadete Pablo Simón.

Son el reflejo de una nutrida cantera que crece cada temporada y que confirma el excelente trabajo del BM Guada. “Hace nada yo estaba con los pequeños y cuando venía alguna vez al entrenamiento Edu Reig –jugador del equipo de Asobal– nos llenaba de emoción. Ahora estoy con él compartiendo entrenamientos y eso es ilusionante. Espero que los pequeños sientan lo mismo para motivarles a seguir trabajando”, concluye Nacho Leceta.