La 'marea rojinegra' consoló a los jugadores del Azuqueca

28/05/2012 - 13:51 Rubén Martínez

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Foto: R.M.
Hay poco consuelo posible después de una eliminación tan cruel y traumática como la que sufrió ayer domingo el Azuqueca. Sin embargo, la reacción de la afición arropando al equipo volvió a ser ejemplar. Los cerca de 200 valientes que tiñeron de rojinegro las gradas del Elola (muchos de ellos ya vivieron el sinsabor de L'Hospitalet), volvieron a dar una lección de respeto, consideración y admiración hacia sus gladiadores.
Apenas, instantes después de ese 2-1 del minuto 94, hubo invasión de campo. La parroquia local celebró la clasificación pase pero fue la afición rojinegra la más efusiva. Saltó al campo para levantar el ánimo a los suyos. Muchos jugadores como Fran o Lucas lloraban desconsolados pero en ese momento, se fundieron en sentidos y sinceros abrazos con sus hinchas. Otros como Esaú se quedó tendido en el suelo, mezcla de cansancio y desesperación. Incluso tuvo que ser aliviado por el meta del Tudela, Zaparaín. En esos momentos, el calor de los aficionados fue fundamental. No quedó ahí la cosa.
Tras le pertinente ducha, Miguel López y sus muchachos abandonaban el estadio Antonio Elola de Tudela y ahí, a pie de parking, se encontraba reunida a toda la marea rojinegra. Técnico y jugadores se encontraron con un improvisado pasillo rojo y negro. Toda la afición esperaba para darles el último aliento antes de coger el autobús de vuelta. Fran, Fuentenebro, Rober o el propio técnico Miguel López fueron de los más aclamados aunque sin duda la salida de Pancorbo fue la que terminó de activar a los aficionados. A gritos de ''Pancorbo quédate, Pancorbo quédate'', desearon la continuidad del central alcarreño. Algo que será difícil porque, tras realizar una temporada bestial, recibirá jugosas ofertas este verano. El tiempo dirá.
 
El orgullo de una ciudad
En definitiva, hubo comunión absoluta entre jugadores y aficionados algo que sobre todo dignifica la derrota, la profesión, el fútbol. Reseñable también el compromiso de la 'Peña 5 Estrellas' y el buen comportamiento del 'Komando Rojinegro'. Todos estuvieron a la altura de las circunstancias. Los primeros, los jugadores. La eliminación ha sido dura pero los azudenses ya se levantaron del disgusto hace dos años y han vuelto a disputar un 'play-off' con una plantilla joven y renovada, con futuro. Comprobar el cariño de la marea rojinegra bien debe suponer el consuelo y sobre todo el punto de partida para, dentro de 12 meses, volver a estar de nuevo en una fase de ascenso. Y porqué no, a la tercera sea la vencida.