La penúltima en el Multiusos

06/05/2011 - 16:48 Jorge Sánchez

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Foto: Nueva Alcarria
El Quabit BM Guadalajara afronta su penúltima cita de la temporada en el Multiusos y lo hace ante uno de los equipos poderosos de la Liga Asobal, el CAI Aragón, que sufrió un fuerte varapalo en la última jornada al perder por la mínima con el Cuatro Rayas Valladolid, dejándole fuera de la lucha por la Liga de Campeones, y a un solo punto de su clasificación europea y a dos de igualar la mejor puntuación de su historia. Los de Mariano Ortega llegarán al Multiusos –hoy, a las 18.00 horas– con la moral algo baja, pero también picados en su orgullo. Enfrente estará un Quabit BM Guadalajara que quiere resarcirse del último partido jugado en casa, en el que una pésima primera parte le condenó ante el Arrate. Contra el CAI la plantilla se ha conjurado para que no vuelva a suceder.
“Es un grandísimo equipo. Intentaremos competir y plantar cara. En Zaragoza les jugamos de tú a tú mientras las fuerzas estuvieron intactas, pero las diferencias de kilos y centímetros se acabaron notando”, comenta Fernando Bolea al recordar lo sucedido en el partido de la primera vuelta en el Príncipe Felipe (32-29). Para el técnico maño como para dos de sus jugadores –Juan Basmalis y Sergio de la Salud– será especial al enfrentarse a su exequipo. Quien no podrá vivir esas sensaciones es el joven portero Jorge Gómez, que no jugará debido a una cláusula en su contrato de cesión. Este contratiempo hará que Bolea se presente con un solo portero –Jorge Oliva– y convocará a todos los jugadores disponibles, incluso el lateral madrileño Sergio Valles, que sufrió una rotura muscular intercostal en el derbi regional del pasado sábado. “Irá convocado, pero no jugará”, matiza Bolea, quien contará con las bajas del central Javi Suárez –rotura de fibras en uno de sus gemelos que le hará perderse prácticamente lo que queda de temporada– y el lateral-extremo hispano-serbio, Marko Dzokic, que esta semana ha estado concentrado con la selección serbia sub 19 y ha regresado con un esguince de rodilla que le obligará a estar parado dos o tres semanas, por lo que también tiene complicado disputar algún partido en lo que queda de competición.

Un punto más
Bolea admite que en estas últimas tres jornadas se conformaría con un punto más. “Hemos hecho los deberes de sobra y hay que ser realistas, aunque también veo al equipo con un plus físico en esta recta final”, concluye el maño.