La selección española paga muy caro su exceso de confianza en el debut ante Irán

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

FÚTBOL SALA C. DEL MUNDO
La selección española de fútbol sala tropezó y acabó cediendo un empate (3-3) contra Irán en la primera jornada (grupo D) del Campeonato del Mundo de Brasil, disputada en el Gimnasio Gilberto Cardoso de Río de Janeiro, después de haberse marchado al descanso con 0-3 en contra.
Los pupilos de José Venancio López no comenzaron con buen pie la defensa de su doble corona mundialista frente al campeón asiático y el rival más duro en la primera fase, que optimizó las escasas oportunidades de las que dispuso en la primera parte para lograr una amplia renta y defenderla como pudo en una segunda parte en la que España fue muy superior.
El cierre del ElPozo Murcia Kike pudo culminar la remontada si hubiera transformado un doble penalti a tan sólo 30 segundos del final, pero el portero iraní, Nazari, el héroe de la tarde y que sufrió el asedio (52 disparos por los 15 rivales) del ataque español, detuvo el chut con los pies.
En la primera parte, España se vió totalmente superada ante un bloque que, con un fútbol directo, a veces rudimentario, pero efectivo, desarboló a la defensa de los bicampeones del mundo.
Irán abrió el marcador en el minuto 4, en el que Taheri aprovechó un error defensivo de la zaga española para lograr el 1-0. El tanto, lejos de provocar la reacción española, provocó su incertidumbre en el juego, lento y falto de creatividad ante la defensa rival.
Además, Venancio López se desesperaba porque su equipo no hacía bien el balance defensivo. Ejemplo de ello fue el 0-2, en el que Shamsaee convirtió una falta cometida sobre el pívot hispano-brasileño del Barça Fernandao, inédito ayer, en una contra y en gol tras batir por bajo a Luis Amado.
Los problemas se acrecentaron cuando Hassanzadeh cogió el balón en su propio campo, se deshizo con un golpe de cintura de Kike y regateó a Amado para lograr el 0-3 ante la incredulidad de una España inoperante en defensa e impotente en el campo contrario.
España tuvo más movilidad en la circulación de balón y en el pase entre líneas en el inicio de la segunda parte, en el que Irán desapareció y se atrincheró en su área para defender la ventaja adquirida.
Fruto de ello, pronto inició el camino de la igualada, pues Torras picó por encima de Nacari una asistencia de Kike desde el medio del campo para anotar el 1-3 con apenas dos minutos jugados. Poco después Andreu regateó al portero iraní y un defensa sacó en la línea el que podía haber sido el 2-3.
Éste llegó en un potente chut por la escuadra del jugador del Inter Movistar Borja, quien envió poco después un balón al palo tras un preciso centro del pívot del ElPozo Murcia Marcelo.
El empate definitivo lo logró Torras tras revolverse y disparar con fuerza a tan sólo cuatro minutos para el final. España, con el doble penalti de Kike y alguna ocasión aún más, pudo conseguir la remontada, aunque también Shamsaee, que tiró al palo, pudo dar la victoria a los iraníes.