La veteranía del Adepal y los árbitros acaban con el Rayet

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Sergio Fernández intenta una canasta ante el veterano Bárcenas.
Por: A. MORENO. GUADALAJARA
Baloncesto- Liga LEB Bronce
No hace mucho tiempo hablar de baloncesto en Castilla-La Mancha era hablar del Rayet Guadalajara. Sin embargo, las cosas han cambiado demasiado rápido y mientras otros clubes –llámese Illescas o el propio Alcázar– han encontrado la fórmula secreta para sumar euros y más euros, el cuadro morado tiene que suplir su modestia económica con trabajo e ilusión.
Y eso, a veces, no es suficiente.
Pero si además de contar con esa desventaja en el presupuesto, que lógicamente se traduce en una diferencia de plantillas, al rival de turno –en este caso, el alcazareño Fundación Adepal– se le suman continuos regalos arbitrales, la misión para hacerse con el triunfo puede ser casi imposible.
Anoche el Rayet sólo estuvo –o sólo le dejaron, según se mire– diez minutos en el partido. En el primer cuarto, los morados controlaban el juego y aunque el cuadro del mítico Miguel Ángel Martín, salvó el 2-0 inicial, siempre fue por delante en el marcador, el choque estaba totalmente abierto. Y es que los manchegos se mostraban más cómodos en el lanzamiento triple que cerca de la canasta. De hecho, de los 17 puntos conseguidos en el este periodo, 15 de ellos se firmaban desde los 6.25. Monclova con tres triples y Méndez, con dos, llevaban el peso ofensivo de su equipo, mientras que la única canasta de dos puntos era obra de Paco Martín.
En el segundo periodo y mientras el Alcázar seguía con su particular recital de triples, la pareja arbitral comenzó a mostrar sus cartas. Estaba claro que no iban a regalar nada a los morados y cargaron rápidamente de faltas a los hombres interiores del Rayet –dos Andrew, tres Marino y con Manu Ruiz fuera por lesión–. Además, los de Javi Muñoz se estaban mostrando excesivamente espesos en el tiro. Al descanso, la estadística era clara: un 3/13 para el Rayet en los triples por un 10/18 de los manchegos.

El descanso
El intermedio llegaba con el 38-43. Aún había partido, aunque más de uno se preguntaba qué podía pasar en el momento en el que a los visitantes les dejasen de entrar los triples.
No hubo que esperar mucho para conocer la respuesta. En el tercer cuarto, el Adepal no anotó desde los 6.25, pero lejos de perder su ventaja en el marcador, la fue aumentando. En esta ocasión era el pívot Mathis el que sumaba once puntos. Ahora, el juego interior también funcionaba en los de Ciudad Real.
Había que trabajar mucho en la última manga para dar la vuelta al marcador (57-65), pero el Rayet se quedó sin fuelle. Desquiciados tanto desde la pista como desde el banquillo por la mayor parte de las decisiones arbitrales, los alcarreños se fueron del partido demasiado pronto. Las antideportivas y técnicas que recibían los morados no hicieron más que dejarles sin opción de reaccionar, mientras que el Fundación Adepal ofrecía un amplio repertorio atacante para poner el cómodo, pero excesivo 75-97.
El Rayet ya no es el mejor equipo de Castilla-La Mancha, pero que nadie dude de que lo va a volver a ser. Lo contrario no sería justo.