La ‘vieja guardia’ tira del carro

29/10/2010 - 00:00 Diego Fernández

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El Rayet Guadalajara se quitó un peso de encima consiguiendo su primera victoria de la competición a costa de un cuadro competitivo como el Feve Oviedo y después de derrochar sangre, sudor y lágrimas. Su aplomo en los instantes finales del encuentro, en los que las piernas suelen temblar, y la gran aportación de sus veteranos, de su ‘vieja guardia’, le dieron el triunfo a los morados. Ya se ha roto la barrera, todo se ve con una perspectiva diferente tras comprobar que sí, que se puede ganar. Hubo errores graves que corregir, claro, pero las carencias se superan mejor con el ánimo alto y con tiempo para hacerlo. Y a los morados les queda todo un mundo por delante...
El Rayet logró su primer triunfo liguero gracias a la buena aportación de los veteranos
Los veteranos, como dijimos, tiraron del carro en el partido. Lo hizo Sergio Fernández, que salvó un segundo cuarto espesísimo por parte de los locales gracias a su poco ortodoxo pero efectivo tiro de cuatro metros; lo hizo Núñez, que –aliado con Raúl Lázaro –en los últimos instantes resultó clave merced a su mortal tiro exterior; y, sobre todo, lo hizo Carlos Arjonilla. El eléctrico base lo hizo absolutamente todo bien: dirigió con la calma que a veces le falta, estuvo sensacional en el juego de transición, robó balones, forzó faltas en ataque y estuvo acertado en el lanzamiento. El Rayet, grises ayer interiores como Lawal o Rodrigo o exteriores como Smith, le debe mucho de su triunfo a la labor del pequeño director de juego. El pívot nigeriano comenzó, eso sí, dominando en ambas zonas. Al Rayet se le veía una soltura diferente a la de anteriores encuentros: concentrado en defensa, intenso y rápido en las transiciones. El rival, el Feve Oviedo, sólo contestaba de la mano de su tiro exterior, que no era poco. El ‘grandullón’ Javier Román respondió así al buen juego de los alcarreños, que cerraron el primer cuarto con una ventaja de siete puntos: 20-13. El partido pintaba bien, pese a que todavía quedaba mucho. Y vaya si quedaba. El cuadro morado dio una cara completamente distinta en los siguientes diez minutos. Los tiros de lejos se erraban, la batalla por el rebote, curiosamente, se estaba perdiendo, y la rotación de Peinado no daba efecto. Haro se precipitaba, Núñez no estaba fino, Pablo Rodrigo no entraba en el partido... Menos mal que, como dijimos antes, Sergio Fernández, siempre competitivo, apareció. El ‘todoterreno’ Ratzsch, impresionante ayer –tira, entra, defiende, rebotea en las dos zonas...– anotaba en el último instante para poner por delante a su equipo al descanso, dejando a los morados un amargo sabor de boca: 34-35. En el tercer cuarto del encuentro el Rayet se entonó de nuevo, comandado por Arjonilla, aunque seguía siendo inferior a los asturianos en el rebote. Y más cuando Shane Lawal cometió su cuarta falta personal, que obligaba a su técnico a darle descanso. Los morados encadenaban varios malos ataques, pero su adversario tampoco estaba fino. Se cerraba el parcial y estaba todo por decidir: 54-53. El último sería trepidante. Los morados se hacían con pequeñas rentas pero su rival siempre las enjugaba gracias al omnipresente Ratzsch y a que supo aprovechar algún despiste defensivo de los de casa. Se llegó con una gran igualdad en el marcador a los instantes finales, pero entonces, curiosamente, el equipo con peor dinámica de resultados hasta entonces respondió mejor, estuvo más sereno que los de fuera. Arjonilla se multiplicaba en defensa, Núñez y Lázaro castigaban el aro rival, los tiros libres entraban... El partido no se podía escapar, y no lo hizo. Y así consiguieron los alcarreños su primer triunfo en esta competición. Un triunfo para empezar a creer.