Lars Boom se impone en una de las etapas más tranquilas para el pelotón
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
CICLISMO VUELTA A ESPAÑA
Lars Boom atacó en la segunda de las dos ascensiones del día al Alto de San Jerónimo, puntuable de segunda categoría, y se marchó de la rueda de los españoles Serafín Martínez (Xacobeo) y Vicente Reynés (Columbia) y el alemán Dominik Roels (Milram) hacia su primera victoria -además de la Vuelta a Bélgica- este curso.
Y ello pese a que Serafín Martínez, primero él solo, y David Herrero, los escarabajos del Xabobeo de Álvaro Pino, que acumuló el tercer segundo puesto en esta Vuelta con Herrero, además del único triunfo español, el de Gustavo César Veloso en Xorret del Catí, intentaron acabar con el sueño de El largo de Vlijmen.
Juntos Serafín Martínez y Herrero no lograron acercarse a
Boom, tampoco Herrero después por su cuenta ni los otros diez ciclistas que iniciaron la escapada en el kilómetro 66, que ascendieron juntos la primera vez San Jerónimo y que acumularon una ventaja de más de 20 minutos respecto a un pelotón que se dio un respiro tras el tríptico -Velefique, Sierra Nevada y la Pandera- andaluz.
El golpe de pedal del actual campeón del mundo de ciclocross, un especialista, sin embargo, rodador y contrarrelojista, clasicómano más que escalador, campeón del mundo contrarreloj sub23 en 2007, campeón de su país en ruta y contra el crono el año pasado, fue demasiado para sus antiguos compañeros de fuga.
Herrero llegó a 1 minuto y 36 segundos y Roels, a 1:44, los dos primeros de los osados que se escaparon de un gran grupo en el que Alejandro Valverde, jersey oro de la Vuelta, sólo tuvo un pequeño susto en el inicio de la jornada, al quedarse cortado en un segundo grupo por detrás de Samuel Sánchez, Cadel Evans y Ezequiel Mosquera.
El pelotón entró a 25 minutos de Boom, dándose una tregua antes de afrontar hoy, día en que se hará público el nombre de la ciudad andaluza que será la salida de la edición de 2010, la decimosexta etapa, entre Córdoba y Puertollano, de 170,3 kilómetros y dos puertos de tercera, Villares y Chimorra, ambos en la parte inicial del recorrido.
No era un día para diferencias
El ciclista español Alejandro Valverde (Caisse dEpargne) reconoció, al término de la decimoquinta etapa, que no era un día como para hacer diferencias, después de entrar en línea de meta junto con el resto del pelotón a más de 25 minutos del holandés Lars Boom (Rabobank), vencedor en Córdoba.
Valverde, que sufrió un pinchazo en el último tramo de la etapa, le restó importancia porque nunca temió que pudiera perder tiempo respecto al resto de rivales. No ha habido ningún problema, tan sólo ha sido un pinchazo que rápidamente ha solventado mi equipo. Únicamente era un mal momento para pinchar por la carretera por la que circulábamos, pero enseguida he podido recuperar, indicó.
Y es que el corredor murciano, que comanda la general con 31 segundos de ventaja sobre el holandés Robert Gesink (Rabobank), calificó el día como tranquilo. Solamente, en la bajada del puerto, ha habido un poco de tensión, pero no era una etapa como para hacer diferencias, apuntó Valverde, que salvo sorpresa se coronorá en Madrid el próximo domingo.
Juntos Serafín Martínez y Herrero no lograron acercarse a
Boom, tampoco Herrero después por su cuenta ni los otros diez ciclistas que iniciaron la escapada en el kilómetro 66, que ascendieron juntos la primera vez San Jerónimo y que acumularon una ventaja de más de 20 minutos respecto a un pelotón que se dio un respiro tras el tríptico -Velefique, Sierra Nevada y la Pandera- andaluz.
El golpe de pedal del actual campeón del mundo de ciclocross, un especialista, sin embargo, rodador y contrarrelojista, clasicómano más que escalador, campeón del mundo contrarreloj sub23 en 2007, campeón de su país en ruta y contra el crono el año pasado, fue demasiado para sus antiguos compañeros de fuga.
Herrero llegó a 1 minuto y 36 segundos y Roels, a 1:44, los dos primeros de los osados que se escaparon de un gran grupo en el que Alejandro Valverde, jersey oro de la Vuelta, sólo tuvo un pequeño susto en el inicio de la jornada, al quedarse cortado en un segundo grupo por detrás de Samuel Sánchez, Cadel Evans y Ezequiel Mosquera.
El pelotón entró a 25 minutos de Boom, dándose una tregua antes de afrontar hoy, día en que se hará público el nombre de la ciudad andaluza que será la salida de la edición de 2010, la decimosexta etapa, entre Córdoba y Puertollano, de 170,3 kilómetros y dos puertos de tercera, Villares y Chimorra, ambos en la parte inicial del recorrido.
No era un día para diferencias
El ciclista español Alejandro Valverde (Caisse dEpargne) reconoció, al término de la decimoquinta etapa, que no era un día como para hacer diferencias, después de entrar en línea de meta junto con el resto del pelotón a más de 25 minutos del holandés Lars Boom (Rabobank), vencedor en Córdoba.
Valverde, que sufrió un pinchazo en el último tramo de la etapa, le restó importancia porque nunca temió que pudiera perder tiempo respecto al resto de rivales. No ha habido ningún problema, tan sólo ha sido un pinchazo que rápidamente ha solventado mi equipo. Únicamente era un mal momento para pinchar por la carretera por la que circulábamos, pero enseguida he podido recuperar, indicó.
Y es que el corredor murciano, que comanda la general con 31 segundos de ventaja sobre el holandés Robert Gesink (Rabobank), calificó el día como tranquilo. Solamente, en la bajada del puerto, ha habido un poco de tensión, pero no era una etapa como para hacer diferencias, apuntó Valverde, que salvo sorpresa se coronorá en Madrid el próximo domingo.