Líderes en trabajo y sacrificio

26/10/2014 - 19:00 Rubén Martínez

 
Estamos a finales de octubre pero es primavera en La Solana. Las flores brotan, los pajarillos cantan y luce un radiante sol. Como también luce el Marchamalo, colider después de diez jornadas (justificante de que no es casualidad) y después de superar al Albacete B en un enfrentamiento complejo. A ratos, buen fútbol, buenas asociaciones, la marca de la casa de los gallardos; y ratos de sumisión poniéndose el mono de trabajo con mucho sacrificio, coberturas y aprendiendo a sufrir. Un triunfo redondo en un partido nada fácil.
Hubo que esperar media hora hasta la primera ocasión punible. Fue en una acción rápida con un remate en semifallo de Miguel Pérez. Por cierto, ¿alguien podría acotar la demarcación de este jugador? Lo mismo aparece robando un balón o taponando un remate del delantero rival que se planta solo en el área para finalizar la jugada. Es un todoterreno y sin duda una de las claves de este Marchamalo.
Con Carlos de la Plata e Illana apagando cualquier conato de ocasión del filial manchego, eran los extremos Javi y Rafa los encargados de abrir el campo pero las oportunidades no llegaban en un primer tiempo algo insulso. Insulso hasta el minuto 42 cuando Manolo se sacó de la chistera una rosquita maravillosa en una falta directa desde 25 metros que se coló por la escuadra de Hugo. Fue un gol psicológico aunque la igualdad anímica se contrarrestó con la pérdida de Dani Cabanillas, que tuvo que ser sustituido en el descanso al quedar conmocionado en un golpe con los centrales albaceteños.

Segundo golpe
Ya en el segundo tiempo, el visitante Cifuentes recordó al cuadro de Nito Alonso el peligro que acechaba enfrente. El partido se volvía entretenido. Pero de nuevo golpeó el cuadro verdillo al cabecear a las mallas Héctor un córner de Rafa Espada peinado en el primer palo por Palencia. La respuesta de Manolo Martínez fue quemar las últimas naves con un triple cambio a falta de media hora. Esa pequeña locurilla conllevó sabia fresca para los visitantes y provocó la inestabilidad necesaria en los locales, que recibieron el 2-1 por obra de Chupi cinco minutos después. Lo que sobrevino a renglón seguido fue un impás de duda en el cuadro marchamalero.
El Alba se espoleó a sí mismo con el gol y empezó a llegar con suma facilidad a las inmediaciones de Sebas. Por momentos se deshilachó el Marchamalo jugando mal sin balón y replegando de forma desordenada ante un Albacete B que aglutinaba muchos hombres en punta pero la caraja duró solos unos instantes. Pudieron sentenciar los gallardos en alguno de las innumerables contragolpes que tuvieron en el último cuarto de hora. Aún así se le hizo eterno el partido al cuadro de Nito Alonso. Al menos supo conservar el resultado sufriendo, algo a lo que se tendrá que acostumbrar si quiere mantenerse en los puestos de cabeza como hasta ahora. Tiempos felices en La Solana.