Los árbitros se la juegan al BM Guadalajara

26/10/2014 - 08:18 Opta

El Guadalajara se vino de vacío de su visita a Cangas del Morrazo al perder contra el Frigoríficos por 25-24 en un partido donde la segunda parte fue mejor que la primera, y en el que una jugada polémica en la recta final del envite decidió la suerte para los alcarreños. Los de César Montes se quedan en la parte baja de la tabla con tan solo tres victorias en su casillero después de su triunfo en la última jornada frente al Ángel Ximénez y de sumar por derrotas sus últimos tres desplazamientos.
Buen arranque del Guadalara que, gracias a dos intervenciones de Cesar Augusto conseguía ponerse por delante el marcador (1-3). Pero a los de César Montes le costó jugar en inferioridad, porque en la primera de ellas permitió que el Frigoríficos Morrazo Cangas igualara el partido. A partir de ahí, tomó el mando el conjunto local basándose sobre todo en las buenas intervenciones de su portero Mjuskinovic hasta lograr una máxima renta de tres tantos que duró prácticamente hasta el descanso (12-9).

La segunda mitad fue mucho más movida con intercambio de contragolpes y de goles hasta el punto de que, en los primeros 15 minutos, se marcaron tantos goles como en la primera mitad. El lanzamiento desde fuera de hombres como Parra o Reig propiciaron que los alcarreños volvieran a meterse en el encuentro con el 19-19. La igualda fue absoluta en poco más de los diez minutos que restaban hasta la conclusión. Si bien es cierto que los gallegos mandaban en el marcador. Decisiva fue la actuación del local Casares que marcó los cinco siete metros de los que dispuso. Desde el punto de penalti el Guadalajara, por mediación de Edu Reig, tampoco falló. Los lanzados fueron los que provocaron el 23-22 y el 24-24 que llevaron el partido a la máxima emoción. Tanto es así que se llegó a los 47 segundos con empate a 24 y tiempo muerto solicitado por el equipo cangueiro. Entonces, con ataque del Frigoríficos Morrazo Cangas fue cuando los árbitros no vieron un claro penalti sobre los gallegos que interpretaron como falta en la jugada más polémica y decisiva del partido. Un golpe franco que benefició a los anfitriones porque la jugada siguió convirtiendo Adrián Rosales el tanto definitivo. En caso de haber señalado siete metros, el Guadalajara hubiera tenido la posesión que le hubiera permitido empatar, o incluso ganar la contienda en caso de que esa hipotética pena máxima se hubiera errado.