Los Lakers y Pau Gasol reinan en la NBA, remontando a los Celtics
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
BALONCESTO NBA
Pau Gasol logra su segundo anillo; Kobe Bryant, elegido MVP
Kobe Bryant, que ya luce cinco anillos en sus dedos, (23 puntos y 15 rebotes en el partido decisivo) fue elegido MVP de las Finales, también por segundo año consecutivo, mostrándose como la punta de lanza de un conjunto que no lució como Hollywood esperaba pero supo encontrar un camino alternativo hacia la gloria.
Y es que no hubo brillo en el envite. Ni los Lakers ni los Celtics, las dos franquicias más laureadas, la rivalidad más grabada a fuego de la NBA, pudieron ofrecer sus mejores galas en el partido más esperado del año. El objetivo era otro. 48 minutos coronarían al nuevo rey y la forma de llegar hasta ese trono obtuvo la apariencia de trabajo, sacrificio y constancia. La historia sólo recuerda al campeón.
Así ganaron los Lakers. Contra pronóstico, ante el equipo de más poder mental de la Liga, con más fe en sus posibilidades, más ferozmente competitivo, los pupilos de Phil Jackson -que conquista su undécimo anillo como técnico- encontraron el modo de superar a unos Celtics mermados, pero que rallaron, por momentos, la excelencia defensiva y vendieron carísima su derrota.
A través de dos vías sobrevivieron los de púrpura y oro a su falta de clarividencia ofensiva, dos fuentes que les mantuvieron en el partido en los momentos de agonía, que los hubo: La superioridad en el rebote ofensivo y las pérdidas de balón de su rival. Ambas hicieron mantener intacta una balanza en la que parecía pesar demasiado un horroroso porcentaje en tiros de campo, incluyendo a un Kobe Bryant que, pese a no esconderse, no veía aro con facilidad.
Desde sus primeras ventajas iniciales (7-6, minuto 3), no volvieron a verse dominando hasta mediado el último período (66-64, min.42), cuando el final de la temporada se avecinaba con celeridad, momento en el que las cámaras buscan sus objetivos y la historia sus héroes. Ahí, en los instantes finales de una batalla a siete partidos, que iba a resolverse en apenas seis minutos, los Lakers salieron vencedores.
Sumaron desde la línea de personal hasta 21 puntos en el último cuarto, haciendo pagar la dureza de los Celtics en defensa, y se aferraron a sus ventajas, mínimas pero de incalculable valor, para alejar el título de la mente de los Celtics. cuando los locales le hicieron ver a Boston que el anillo se quedaba en California, la guerra se ganó.
Así ganaron los Lakers. Contra pronóstico, ante el equipo de más poder mental de la Liga, con más fe en sus posibilidades, más ferozmente competitivo, los pupilos de Phil Jackson -que conquista su undécimo anillo como técnico- encontraron el modo de superar a unos Celtics mermados, pero que rallaron, por momentos, la excelencia defensiva y vendieron carísima su derrota.
A través de dos vías sobrevivieron los de púrpura y oro a su falta de clarividencia ofensiva, dos fuentes que les mantuvieron en el partido en los momentos de agonía, que los hubo: La superioridad en el rebote ofensivo y las pérdidas de balón de su rival. Ambas hicieron mantener intacta una balanza en la que parecía pesar demasiado un horroroso porcentaje en tiros de campo, incluyendo a un Kobe Bryant que, pese a no esconderse, no veía aro con facilidad.
Desde sus primeras ventajas iniciales (7-6, minuto 3), no volvieron a verse dominando hasta mediado el último período (66-64, min.42), cuando el final de la temporada se avecinaba con celeridad, momento en el que las cámaras buscan sus objetivos y la historia sus héroes. Ahí, en los instantes finales de una batalla a siete partidos, que iba a resolverse en apenas seis minutos, los Lakers salieron vencedores.
Sumaron desde la línea de personal hasta 21 puntos en el último cuarto, haciendo pagar la dureza de los Celtics en defensa, y se aferraron a sus ventajas, mínimas pero de incalculable valor, para alejar el título de la mente de los Celtics. cuando los locales le hicieron ver a Boston que el anillo se quedaba en California, la guerra se ganó.