Mal sabor de boca para el Quabit BM tras la primera jornada

11/09/2011 - 21:28 Álvaro Ruiz

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Foto: Jesús de Arcos
La segunda temporada en Asobal ha empezado con un resultado negativo para el Quabit BM, que perdió 29-28 en la cancha del Academia Octavio. El partido estuvo muy igualado hasta el último momento, pero los alcarreños acabaron con un gol en contra en el luminoso.
El Quabit BM Guadalajara estrenó el viernes su segunda temporada en Asobal con una derrota por un solo gol ante el Academia Octavio (29-28) en Vigo. El Octavio, un equipo recién ascendido a la categoría, aprovechó los errores de la plantilla alcarreña, que desaprovechó su buen inicio de partido, con una línea de ataque no muy acertada y una defensa poco dura.
Andrés Epeldegui, que milita por cuarta temporada en las filas del Quabit, hace balance del estreno de su equipo en esta temporada de la Liga Asobal: “El balance no puede ser muy positivo, al estrenar la liga con una derrota, que duele todavía más al haber sido por un solo gol. El partido empezó bien, pero nos relajamos y tuvimos dudas y fallos, y para cuando quisimos cambiar eso ya era tarde”, señalaba el pivote del equipo alcarreño.
 
Descoordinación y dudas
La dificultad de abrir la temporada lejos de casa quedó patente en el juego de la plantilla de Fernando Bolea, como así aseguró Epeldegui: “El partido se afrontó con actitud y mucha motivación, pero se notaron los nervios de la primera jornada, jugada además lejos de casa y de la afición”. Epelgegui atribuyó las causas de la derrota a la descoordinación del conjunto, a las dudas de cómo actuar.
El partido empezó bien para el equipo alcarreño, con un buen parcial (0-5) a los cinco minutos del inicio, pero poco a poco el ataque fue perdiendo fuerza, empezaron a hacer mella los fallos y las dudas, y a esto hay que añadir que la defensa fue poco dura, como apuntó el pivote.
El internacional Pablo Cacheda tiró en todo momento del Octavio, algo que no pudo hacer el internacional del Quabit BM Guadalajara, Mateo Garralda, que estuvo de baja por lesión. A pesar de ello, se intentó que su ausencia no se notase demasiado. Así se demostró con un partido muy igualado, pero la descoordinación y los nervios evitaron el empate, que estuvo en las manos del equipo de Fernando Bolea hasta el último momento. Otros jugadores, como el meta del equipo alcarreño, Jorge Gómez, hicieron una labor encomiable, haciendo varias paradas consecutivas y dándole aliento al equipo cuando más lo necesitaba.
 
Próximo objetivo
“El objetivo ahora pasa por la próxima jornada, que se juega en casa contra el Cuenca. Habrá que trabajar duro esta semana, para buscar la victoria, y así quitarnos el mal sabor de boca del encuentro ante al Academia Octavio”, concluyó Epeldegui.