Matas remata al Depor
El Depor fue incapaz de encadenar su tercera victoria. Matas se encargó de ello. No en vano, el delantero del Fuenlabrada anotó los tres tantos de los suyos dejando a los morados desmontados. Los visitantes dominaron y dieron una clase magistral en el Escartín de cómo tratar bien el balón. Cierto es que a los fuenlabreños les acompañó durante toda la mañana una pegada descomunal en los momentos clave, pero también que el Depor solo tuvo ideas en algunos momentos de la segunda parte. Los morados buscaban este domingo su tercera victoria consecutiva, pero se encontraron con un 1-3 en contra y con una afición que encontró un culpable en la delicada situación que vive el club: la directiva.
El conjunto de Fernando Morientes encarriló el partido en apenas tres minutos. Lo hizo, en parte por la labor de Matas, autor de los dos tantos; en parte, por la ayuda de la defensa morada. No en vano, en el primer gol, una falta lateral botada por Tito que remató al primer palo el ariete fuenlabreño, la zaga alcarreña estuvo lenta y descompasada perdiendo la marca del goleador. Era el minuto 29 y en el 31, la falta de contundencia de Moyano en el lateral permitió a Jorge Ortiz hacerle un lío en la línea de cal y dar el pase atrás para que Matas rematara. No contentos con eso, los visitantes tuvieron el tercero en el minuto 34, pero el cabezazo de Borja Sánchez se lo encontró Kevin cuando se colaba en la jaula.
Antes de ese zarpazo mortal del Fuenlabrada, los porteros apenas habían tenido trabajo. De hecho, ninguno de los dos equipos había disparado a la portería rival y eso que en el minuto 24 Arnáiz Lucas lamentara la poca contundencia de sus pupilos. Manzano robó un balón comprometido a la zaga madrileña y su pase atrás encontró los fallos al remate tanto de Dani Iglesias como de Iván Rubio. Aún así, el balón parecía querer colarse hasta que un central lo despejó. Esa fue la única ocasión de un Depor que se dejó dominar por los de Morientes en la primera mitad. No en vano, era un viejo conocido de la afición deportivista el que se incrustaba entre los centrales visitantes y les daba salida de balón. Y es que, Tello estaba marcando el tempo del partido, lanzando los ataques de su equipo, especialmente por la banda derecha en donde el lateral Rubén Anuarbe era un atentico dolor de muelas para David Buyo.
En el descanso, Arnáiz sabía que tenía que hacer cambios e introdujo a José Ángel y Borja Cabanillas. El Depor iba a buscar la remontada, salía desbocada y en la primera jugada pudo llegar el 1-2. Sin embargo, Ismael se estiró hasta la cepa el palo para evitar que el fuego amigo le diera un gol a los locales. El tanto se frustró, pero los morados presionaban en el campo rival con las posibles consecuencias que eso podía tener. Y es que, cinco minutos después, el Fuenlabrada concretaba una de esas jugadas, que no por verla muchas veces deja de enamorar: triangulación perfecta al primer toque de Borja Sánchez, Robles y Matas que finaliza con el triplete del delantero visitante.
El Fuenlabrada cortaba de raíz el ímpetu alcarreño y dormía el partido a su antojo con interrupciones, posesión y buen gusto. No en vano, Jorge Ortiz impartía máster en la medular madrileña, mientras Arnáiz agotaba cambios con la entrada de Ablanque por Rangel. Unos cambios que darían resultado en el minuto 71 cuando uno de ellos, Borja Cabanillas, asistía a Dani Iglesias para que recortara distancia en el marcador. El canterano, con minutos por delante, repitió lo que tanto hace en el filial, dar goles a sus compañeros. El tanto alegró al Depor, a pesar de que en cualquier jugada podía caer el cuarto. Pero el Fuenlabrada no remataba, ni siquiera cuando Jean Carlos dribló a Soria y se presentó solo ante Kevin.