Multitudinaria despedida al refundador del olimpismo

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
OLIMPISMO
4.000 personas asistieron al funeral presidido por los Reyes
Un goteo continuo de personas visitó ayer la capilla ardiente del ex presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, que abrió sus puertas a las 12.30 horas –con media hora de retraso– y que permaneció abierta hasta las 17.00 horas, una hora antes de que se celebre el funeral en la Catedral de Barcelona.
En el momento de su apertura al público, una vez concluida la ceremonia civil presidida por los Príncipes de Asturias y la Infanta Cristina; el presidente de la Generalitat, José Montilla; el presidente del COI, Jacques Rogge; los hijos del fallecido, María Teresa y Juan Antonio; los familiares más allegados, y una nutrida representación de los ámbitos político, social, económico y del mundo del deporte, más de un centenar de personas hacían cola para entrar a la capilla ardiente.
Sin embargo, el tráfico de personas que quiso despedirse de Samaranch en el Palau de la Generalitat fue fluido. No faltaron tampoco decenas de centros y coronas de flores en su recuerdo, enviados desde entidades o clubes del deporte, empresas del ámbito privado o de cabezas de Estado, como el Comandante Jefe de la República de Cuba, Fidel Castro.
Entre los barceloneses y ciudadanos procedentes de lugares más lejanos que aguardaban en la cola el comentario más repetido fue el de que Samaranch había conseguido mucho para Barcelona, y le atribuían el haber logrado los Juegos de 1992 para la capital catalana, un hito que quisieron agradecerle visitando la capilla ardiente. “Fue el mejor catalán del siglo XX”, resaltó Antonio visiblemente emocionado en declaraciones a Europa Press. Cristina, una barcelonesa de 25 años, acudió para darle las gracias a Samaranch por los Juegos del 92, cuando ella sólo tenía ocho años, pero aún recuerda que alguna noche de la cita estuvo pendiente hasta las cuatro de la madrugada. “Quiero que vuelvan a Barcelona”, reclamó.
Juan Manuel vino expresamente de Martos (Jaén) y tomaba fotografías al balcón de la Generalitat con la bandera olímpica vestido con la camiseta que lucían los voluntarios de los Juegos de 1992. “Gracias a él se hicieron los Juegos”, defendió refiriéndose a Samaranch, y consideró que la mayoría de voluntarios deberían darle un último adiós.
El tenista número uno español Rafa Nadal, la triple campeona de Roland Garros Arantxa Sánchez Vicario, el campeón olímpico de waterpolo Manel Estiarte, entre otros se relevaron para portear el féretro hasta la Catedral de Barcelona donde se ofició el funeral por el padre del nuevo olimpismo.