Oya, al final del largo camino que comienza Harper

Su moral está alta, viendo que poco a poco va a más: “Cuando ves que estás tocando balón, haciendo más cosas y notando que las piernas te responden más te sientes más partícipe, más dentro del equipo. Se ve todo de otra manera”. Y eso que el camino hasta ahora ha sido muy complicado: “Se pasa realmente mal, no te ves partícipe del equipo ni de las victorias ni de los éxitos que está consiguiendo, que ahora mismo son muchos, y se ve de diferente manera en la grada”.

Pronto espera pasar de espectador a jugador, ya que “pienso estar lo antes posible disponible. Otra cosa será jugar. Eso no depende de mí. De mí depende estar bien, ‘al 100%’, y si el ‘mister’ lo cree conveniente jugar”.

Con respecto a la labor de su equipo, considera que el Depor “está en una situación inmejorable, a nueve puntos de la zona de descenso y solo a dos de la de play-off . El equipo está trabajando ‘de chapeau’ y hay que seguir adelante y a ver hasta donde somos capaces de llegar. La Segunda División es muy competitiva, todos sabemos lo que estamos sufriendo cada domingo para sacar los tres puntos y no hay que olvidar que somos un recién ascendido. Hay que mirar atrás, sabiendo que venimos de Segunda B pero sin renunciar al hecho de que estamos cerca de los puestos de privilegio y vamos a luchar por estar ahí hasta el final de temporada”.

 

Su compañero Ryan Harper, que este miércoles salió del hospital tras la operación que se le realizó el lunes, deberá seguir el camino de recuperación que ya ha cubierto prácticamente Oya. El medio afirma que el delantero “se lo está tomando de una manera increíble, muy positiva. Tendrá momentos en los que deberá apoyarse en nosotros y para eso estamos, para ayudarle lo máximo posible. Le dije que es una lesión complicada y dolorosa. Hasta cuatro o cinco meses no desaparecen los dolores. Pero hay que tener fuerza, tener fe en que salga todo perfecto, que seguro que será así, y que al final los cinco o seis meses pasan rápido y que va a seguir jugando al fútbol”.

Por su parte, el escocés reconoce que “los dos primeros días después de la operación lo pasé bastante mal”, pero se encuentra con ilusión de cara a comenzar una rehabilitación que empezará como mínimo dentro de una semana: “Estoy muchísimo mejor, con ánimo. Espero llegar a ayudar al equipo al final de la competición. Por mí no va a ser. Si se pueden acortar los plazos mejor, aunque no se puedan acortar mucho”.

De momento, durante unos cuantos meses le tocará seguir viendo al Depor como espectador: “Iré al campo a ver al equipo. Llevo sufriendo desde la grada desde que me lesioné como el que más. Cuando estás fuera y no puedes participar, te entran unos nervios y una sensación de impotencia... pero es lo que ha tocado y ya está”.

Con respecto al rendimiento de su conjunto el punta señala que “veo al equipo bien. Hay que tener en cuenta que estamos en una categoría nueva. Perdemos dos partidos, ganamos otros dos, perdemos dos más... Está todo un poco alocado. Debemos coger nuestro sitio y alcanzar una constancia. Aún así creo que tenemos equipo de Segunda. Está claro que hay que trabajar. No hay ningún conjunto muy superior a nosotros, damos guerra a cualquiera. El que jugamos en Numancia fue un encuentro raro, pero estamos dando la cara en todos los partidos”.