Paradas ‘made in Oliva’ que valieron a España la medalla de bronce

18/07/2011 - 12:31 Jorge Sánchez

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Jorge Oliva ya puede presumir de haber sido internacional con la selección de balonmano playa, pero no sólo eso porque de su cuello cuelga la medalla de bronce del Campeonato de Europa, que se ha disputado en Umag (Croacia).
El portero del Quabit BM Guadalajara admite que era su primera oportunidad con la selección y el éxito conseguido ha sido “inesperado. Iba a Croacia para ver cómo era el balonmano playa y aprender, pero el buen rollo que ha existido en el equipo durante todo el Europeo nos ha dado un plus para llegar muy lejos. Habría sido injusto terminar sin medalla”, comenta el sevillano, que como otros cinco compañeros debutaba en una cita internacional. “Había países que han preparado este Europeo mucho tiempo, y nosotros hemos tenido tres días para conocernos y en el equipo éramos seis los que debutábamos. Estamos muy contentos”, añade. El seleccionador nacional, Francisco Aguilera, ha ido alternando a sus dos porteros y con ambos ha acabado realmente satisfecho. Aunque Manu López (ARS Palma del Río) era el veterano, Oliva ha estado a la altura y sus paradas han contribuido al éxito español. Suyo fue el paradón que dio a la selección la medalla de bronce ante Ucrania en la final de consolación después de caer en ‘semis’ contra Rusia. Sobre su actuación en Umag, el sevillano es modesto: “Ha ido mejor de lo que me esperaba y el torneo preparatorio que disputamos unos días antes me vino muy bien para adaptarme a la arena y a la forma de parar en el balonmano playa, aunque llegué a un acuerdo con el segundo entrenador –Chano– y le propuse que iba a explotar mis puntos fuertes e intentar parar como siempre lo he hecho. Me basé en la intuición y aunque la teoría dice que en la arena hay que salir mucho a cubrir, yo lo hice como siempre, atrás y esperando el lanzamiento, porque de la otra forma me sentía muy perdido. Una cosa es la teoría…”. Aprovechando la experiencia Oliva no ha contado apenas con descanso, pero el sevillano cree que eso será bueno de cara a la próxima temporada. “No he dejado de hacer ejercicio y he aprendido cosas que seguro podré utilizar en competición. Aunque en el balonmano playa sean lanzamientos muy diferentes a los del balonmano convencional, no dejan de ser lanzamientos”, destaca. El buen Europeo de Oliva no ha pasado desapercibido para sus compañeros, que le han felicitado con numerosos mensajes. Ahora el sevillano afronta “con muchas ganas” sus últimos días de vacaciones y aunque parezca mentira vuelve a la playa pero ahora sin un balón en sus manos ni con una portería que defender. “Sólo quiero descansar”.