Quique López tampoco da con la tecla
17/03/2013 - 20:21
Un Talavera que demostró un enorme poderío a la contra se quedó con los tres puntos en liza ante un Marchamalo que buscó nivelar la contienda ante un equipo teóricamente superior pero que no acertó cuando inquietó a los locales a la contra. Después, cuando le tocó llevar el peso del choque, se vio superado por los de Fran Sánchez, que perdonaron varias opciones de golear a su rival.
El arranque del encuentro fue de claro color blanquiazul. En cinco minutos el equipo local estuvo a punto de adelantarse en el marcador. Nada más empezar, primero Morato y después Rubencín, estuvieron cerca de poner a los suyos por delante. Fueron dos jugadas a balón parado en las que los talaveranos demostraron sus intenciones de ir a por el partido. De hecho, poseían la pelota con cierta avaricia, sin dejar rascar bola a los verdillos. Eso sí, tenían que atender a las contra de los visitantes, que buscaban descaradamente a Daoiz con la intención de sorprender a la zaga local.
El partido era atractivo. Unos dominaban y los otros se dejaban dominar para salir buscando la sorpresa. Pero en el momento en el que el Marchamalo mejor estaba sobre el campo, llegó el primer tanto talaverano. Un zapatazo de Pedro se coló por la escuadra, haciendo inútil la estirada de Nacho, que solo pudo recoger el balón del fondo de las mallas. Este tanto premiaba el mayor esfuerzo de los de Fran Sánchez por llevarse los tres puntos.
El cambio en el marcador hizo que los locales se relajaran, tanto que los visitantes desperdiciaron alguna ocasión para empatar. Manolo tuvo en sus botas la igualada, pero no acertó a anotar el gol de la igualada en una ocasión clarísima. Esto provocó que los blanquiazules contemporizaran y no fueran tan descaradamente a por los tres puntos.
De hecho, las conexiones entre los futbolistas dejaron de ser tan habituales y el pelotazo largo comenzó a imponerse. Con este panorama se alcanzó el periodo de descanso.
Tras este periodo de asueto, el Marchamalo trató de embotellar a su oponente para alcanzar la igualada. Eran ellos los que llevaban ahora el peso del partido, pero la opción de salir a la contra quedaba ahora franca para los locales.
En el minuto 83, Bayarri dispuso de una pena máxima que transformó en el tanto de la tranquilidad para el Talavera. Este gol hacía justicia a los merecimientos de ambos equipos. El Marchamalo no tuvo más remedio que bajar los brazos y reconocer la superioridad de un Talavera arrollador.